El estilo es el modo, la manera o la forma de hacer las cosas, el uso, la práctica y el ejercicio habitual de determinadas características únicas para vivir, actuar, comportarse, hablar, trabajar, escribir, dibujar, pintar, vestirse, amar o ser. Es el carácter especial y único que expresa todo ser en el mundo, el conjunto de rasgos únicos y permanentes que forman parte de su identidad y de su individualidad, lo singular que lo diferencia de los otros.
Para tener estilo es necesario atreverse a ser original, condición nada fácil en la actualidad en un mundo donde la mayoría vive pendiente de la moda, y de los usos y de las costumbres que imponen los demás y donde casi todos se desviven por no desentonar y por el gusto por la uniformidad.
El estilo se sacrifica por la necesidad de pertenecer, de sentirse incluido, aceptado y también querido.
Todas las personas tienen un punto de vista, una perspectiva una opinión personal, y una forma de pensar sobre las cosas, las personas, los hechos y los fenómenos, pero pocos son capaces de ser fieles a sí mismos, en lugar de eso prefieren ahogar su interioridad y pensar como los demás, enajenándose y alienándose, para no sentirse rechazados.
No se trata de ser excéntrico ni clásicos por demás, sino únicos, y eludir la supuesta obligación de identificarse con la masa.
La moda exige obediencia absoluta y disciplina, ausencia de espíritu crítico y audacia colectiva.
Sin embargo, aunque la moda inevitablemente alcanza a todos, algunos se atreven a ser diferentes, a elegir lo adecuado para vestirse según su físico y a oponer cierta resistencia a la uniformidad.
El estilo está constituido por ciertos elementos singulares propios, de otros heredados y de otros tomados de las personas que admiramos y con quienes nos identificamos.
La ventaja es que, como todo lo que es genuino, no sufre el paso del tiempo, al contrario, va mejorando con los años y haciéndose cada vez más genuino.
Sólo pueden tener estilo quienes son capaces de hacer una interpretación personal de las ideas que les agradan haciendo con ellas un producto propio.
El problema de la uniformidad es que es difícil que los demás los recuerden, en cambio el estilo queda grabado en la memoria y nunca los podrán olvidar.
Malena
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