Parejas desparejas - Psicología Malena Lede



En la naturaleza los opuestos se atraen y lo mismo pasa con las relaciones de pareja.

Con frecuencia, una persona introvertida no está del todo satisfecha de ser como es, de modo que cuando encuentra a otra que tiene el carácter opuesto le encanta su compañía y no es raro que se enamore perdidamente.

Lo mismo le pasa a la persona extrovertida, que es la que lo dice todo porque no puede guardarse nada y que solamente se siente atraída por alguien diferente.

Ninguna persona en el mundo es completa, todas son mitades en la búsqueda de su otra mitad.

El problema es que el introvertido y el extrovertido no se parecen en nada y raramente tienen algo en común, de manera que es una relación que puede resultar difícil de sobrellevar, más aún si alguno de los dos es dependiente y posesivo y se niega a desarrollar una vida propia.

En toda relación, existen problemas difíciles de solucionar, pero el amor puede limar asperezas, transformar a las personas en seres generosos, libres de egoísmo, deseosos de hacer feliz a su pareja ayudándolas a crecer y a desarrollar su potencial, para lograr una convivencia feliz.

Pero lamentablemente, las relaciones de pareja se caracterizan por el deseo de poseer al otro como un objeto, adueñarse de su identidad, ser su amo absoluto y obligarlo a que renuncie a sí mismo, con el último objetivo de hacerlo desaparecer bajo su sombra, debido a su propia inseguridad, sus celos, su temor a la pérdida.

La pretensión humana de poseer al otro en cuerpo y alma es así desde el principio de los tiempos. Significa llevar a cabo la más difícil de las epopeyas : someter a otro o a otros a la voluntad propia, doblegando su voluntad hasta lograr la sumisión completa.

Sin embargo, una vez que una persona logra este propósito con otra, le pierde el respeto, porque la ha convertido en una cosa y en consecuencia termina careciendo de toda atracción.

Por esta razón, es preferible mantener un cierto grado de tensión en una relación de pareja sin llegar al límite, para que cada uno pueda encontrar su propio camino sin obstáculos guiado por sus inquietudes internas y sin ceder a las exigencias externas.

Las parejas desparejas, aunque son las más difíciles también pueden ser las más constructivas y las más duraderas.

Se trata de aprender del otro lo que no les agrada de sí mismos y complementarse mutuamente para tener la oportunidad de ese modo de crecer.

Si tienen gustos distintos necesitarán vivir experiencias diferentes, sus salidas, sus amigos y todos sus intereses serán distintos, no tendrán compatibilidad alguna, sin embargo como pareja podrán funcionar bien, aceptándose ambos como son, haciendo el esfuerzo que se necesita para salir de la propia perspectiva y ser capaz de abrirse a otra percepción del mundo que les permitirá tener la oportunidad de ensanchar el horizonte.

De todas maneras no podemos cambiar a otro, sólo podemos cambiar nosotros mismos, de manera que serán inútiles todos los intentos, pero la unión de los opuestos será constructiva, porque los dos cambiarán sin darse cuenta; el extrovertido podrá por fin volverse hacia sí mismo y escuchar su voz interior y el introvertido podrá conectarse mejor con el mundo, sin tanto temor.

Una relación de pareja despareja es la única forma de relación que para perdurar obliga a trascenderse a sí mismo.

Malena