La ansiedad o el miedo a vivir - Psicología Malena Lede



La ansiedad es un estado de tensión sin objeto, es el miedo a lo desconocido, es sentirse amenazado aún sin que exista peligro alguno.

La ansiedad y la angustia se relacionan, porque mientras la ansiedad es el miedo a la vida, la angustia es el miedo a la muerte.

La ansiedad es un estado emocional que hasta puede incluir manifestaciones físicas, como sudor, taquicardia o malestares digestivos, la angustia es un estado de inquietud existencial, principalmente la dificultad para aceptar la muerte.

La ansiedad se adquiere en la infancia, con una madre o un padre también ansioso o miedoso, con actitudes tremendistas siempre esperando que ocurra una tragedia o una catástrofe; o con una postura pesimista de la vida sin lugar para la alegría.

Ser desvalorizado de niño hace que luego ese niño sea un adulto inseguro, que dude de sí mismo, que no desarrolle su autoestima ni tenga confianza en sí mismo.

Una educación exigente, autoritaria, represiva o perfeccionista puede hacer que una persona considere los avatares de la existencia experiencias demasiado abrumadoras y que aprenda a adelantarse a los acontecimientos para poder controlarlas.

Los ansiosos siempre están apurados, contestan antes que les pregunten, se preparan con antelación para poder cubrir todas las contingencias, llegan antes a todos lados, porque creen que pueden controlarlo todo.

Existen personalidades ansiosas que ante determinadas situaciones, que son interpretadas como amenazantes, siempre reaccionan con ansiedad, pero también estar ansioso puede ser un estado transitorio.

Las personas inseguras o tímidas, por lo general, son ansiosas y anticipan sus temores ante cualquier señal de peligro.

Para evitar la ansiedad y el miedo anticipatorio, el mecanismo de defensa que utilizan los ansiosos es la evitación, pero este recurso sólo ayuda a fortalecer las ideas que los atormentan, de modo que resulta contraproducente.

La ansiedad se puede controlar enfrentando las situaciones que se consideran amenazantes, aprendiendo a estar relajados frente a ellas asociándolas a estados de tranquilidad y sosiego y comprendiendo que lo más importante no es lo que puede pasar sino cómo se viva lo que pase.

Detrás de la ansiedad generalmente hay una persona con poca tolerancia a la frustración y mucho miedo a la crítica, que vive demasiado pendiente de sí misma, de su propio rendimiento y del juicio de los demás.

Una persona ansiosa siente que siempre está dando examen, que tiene que cumplir con todo y demostrar que vale para sentirse segura y para ser reconocida.

Malena