¿Es posible o no, amar a alguien infiel? - Psicología Malena Lede



Mi experiencia como psicoterapeuta me demostró que hay muchas mujeres capaces de amar a sus parejas aún sabiendo que son infieles.

En algunos casos la infidelidad incluía hijos y parte de la convivencia era compartida. Por ejemplo, uno de esos casos, se refería a un hombre bígamo, casado con dos mujeres en distintos países.

En este caso, una de esas mujeres no consultaba por esa situación, sino por un problema de insomnio y terribles pesadillas, síntomas que ella creía totalmente ajenos a esa condición.

Aseguraba que no le importaba compartir a su esposo con otra, mientras ella no lo perdiera.

Vivimos en una sociedad monógama, por lo tanto, además de ser ilegal, resulta muy difícil individualmente no respetar las reglas sin sentirse diferente, criticado e inclusive considerarse aislado.

Sin embargo, hay personas que son capaces de enfrentar cualquier cosa cuando aman a alguien, ignorando y haciendo frente a todo lo que pueda separarlos.

Es que los hechos en sí mismos pueden no ser ni buenos ni malos, los que los calificamos somos nosotros según cómo los percibimos.

Hay parejas que se unen con la condición de ser ambos libres para tener otra relación paralela si la desean y eso para ellos puede ser válido.

Hay mujeres que hacen la vista gorda, miran para otro lado y nunca parecen darse cuenta de nada cuando son engañadas, por muchas razones, principalmente económicas.

La cuestión no es tanto el hecho de la infidelidad sino cómo se siente realmente la damnificada.

Si sólo utiliza la lógica y razona, puede pensar que también la eventual amante está siendo engañada, porque el sujeto que duerme con las dos es infiel a ambas.

Pero si la esposa o concubina, sólo reacciona emocionalmente, es probable que según las circunstancias tenga varias maneras de exteriorizarla.

Puede hacerse la víctima, enfermarse y hacerle a su pareja la vida imposible, puede ponerse histérica y pedirle el divorcio o puede hacer como que no se entera e ignorar por completo la relación, como si no existiera.

Tuve muchos de estos últimos casos, en que las mujeres prefirieron ignorar la relación, banalizarla y considerarla una cana al aire de sus parejas, sin importancia.

A veces una separación puede resultar muy cruenta cuando hay hijos y la mujer no trabaja, pero también puede ser económicamente difícil, principalmente si ambos tienen una empresa y son insustituibles.

Creo que los problemas económicos suelen ser los que pueden evitar una separación y también facilitarla, porque cuando hay grandes intereses comunes y mucho dinero de por medio, se suelen entibiar las diferencias y se puede llegar a un arreglo.

Las separaciones dejan secuelas imborrables principalmente en los hijos que se verán privados de convivir con uno de los progenitores, de muchas cosas y a veces, del estándar de vida al que estaban acostumbrados.

Cuando la infidelidad es ocasional, con alguien sin importancia afectiva alguna, tal vez sea más conveniente pasarla por alto y considerarla una transgresión pasajera ocurrida en un momento de crisis, generalmente cuando los hombres creen que están perdiendo su virilidad y piensan, erróneamente, que saliendo con chicas de veinte tal vez la recuperen.

Las mujeres también pueden ser infieles cuando sus maridos se vuelven indiferentes, pero son más precavidas y no se pavonean para que todos se enteren.

Pero cuando realmente una mujer ama a su pareja y ésta le es infiel, puede llegar a comprenderlo, a entender sus necesidades y aceptarlas, siempre que ella se haya dado cuenta que él hizo lo imposible para que ella no se entere, porque a pesar de todo, él también la ama.

Una relación extra hogareña sería lo de menos si no existiera ningún peligro de contagiarse una enfermedad venérea, por eso, si una esposa tiene la más mínima sospecha de una infidelidad por parte de su pareja, aunque sea ocasional y pasajera, es mejor blanquear la situación y decirle abiertamente que use una protección, si es que desea tener relaciones con ella.

Malena