Qué hacer cuando un marido es infiel por Internet-Psicología Malena Lede



Recibo muy seguido comentarios de esposas y también de mujeres solteras, cuyas parejas, en sus ratos libres, se dedican a hacer conquistas por internet.

Los descubren porque en la red nada es privado y se puede llegar a saberlo todo con un poco de habilidad y un experto click.

Así, las largas horas que muchas mujeres pasan con el celular o la tablet, en estos casos, parecen estar justificadas y no ser en vano.

Ya no se necesita un investigador privado para saber qué es lo que hacen los hombres de siete a nueve, cuando dicen que tienen que hacer horas extras, o de nueve a doce de la noche estando en casa mientras chequean su celular o revisan su computadora; porque ahora, casi todas las mujeres se han convertido en verdaderas expertas en informática, pueden sortear cualquier bloqueo o adivinar cualquier contraseña y enterarse de todo.

Pero ¿qué hacer cuando las mujeres descubren esas “amistades a hurtadillas” que hacen sus maridos con desconocidas, aún sabiendo que la mayoría, como ellos, miente por Internet, prestándose a un juego peligroso y no tan inocente? Esto depende del hombre que sea.

Hay hombres que no pueden dejar pasar una mujer sin intentar conquistarla, pero que nunca llegan a ser infieles. También pueden ser muchas las mujeres casadas que siempre están seduciendo pero que nunca concretan.

Pero la oportunidad hace al ladrón y a veces, se consiguen muchas mujeres sueltas que no tienen nada que perder y que buscan hasta en la nube, alguien para relacionarse sin importarles su estado civil.
Internet les da la posibilidad tanto a los hombres como a las mujeres de enfrentar al otro sexo sin arriesgarse a ser rechazados, sin salir a la calle, sin gastar, simplemente mientras están cómodamente sentados en el sillón del living, frente a un aparato.

En esta situación, más que revisar los celulares o las computadoras de los cónyuges, sería mejor darse cuenta del estado en que se encuentra la relación, si las cosas están funcionando entre ellos, si tienen muchas discusiones, si todas las noches, uno de ellos o los dos se dan la espalda y evitan el acercamiento sin hacer ni decir nada al respecto.

La relación de una pareja formal, a largo plazo, suele pasar por muchas etapas difíciles, pero si hay sentimientos profundos entre ellos y si tienen una historia común y proyectos, podrán atravesarlas con sabiduría, sin necesidad de buscar soluciones individuales afuera.

La persona que está haciendo lo que le gusta y que lo pasa bien en su trabajo, en general, no necesita entretenimientos ni diversiones extra hogareñas. Pero si de pronto un día se siente ansiosa y aburrida, no es diversión lo que necesita, más bien tiene que volver a revisar sus objetivos y concentrarse más en sí misma para saber quién quiere ser y quien quiere llegar a ser, y atreverse a hacer lo que tiene que hacer para lograrlo.

Por eso, no busquen culpables de sus frustraciones y de sus fracasos, porque cada uno es responsable de sí mismo, de sus decisiones y de sus compromisos.

Elegir tener una familia y un hogar, o una compañera para vivir no es compatible con otras decisiones que se oponen o destruyen ese objetivo.

Por esta razón es imperativo saber lo que uno quiere con claridad, para no sufrir ni hacer sufrir a los demás.

El hombre es un ser racional y para ser digno de tal supuesto, necesita ser fiel a sí mismo, tener coherencia interna, evitar las contradicciones y no actuar sólo por impulso.

Es probable que algún día triunfe la racionalidad, entonces cada uno hará lo que le guste y podrá comprometerse con sus objetivos y elegir su destino con responsabilidad e inteligencia. Entonces, podrá decidir si vivir solo o en pareja y tener o no tener hijos, pero no andará por la vida rompiendo corazones y abandonando a su descendencia.

Malena