Cambie sus pensamientos y haga milagros - Psicología Malena Lede



El misterio de la vida puede que no sea tan oscuro como parece ser ni tan difícil de descifrar, al contrario, hay quienes aseguran, por propia experiencia, que no hay tal misterio sino que se trata de respetar ciertas leyes universales básicas para poder disfrutar de la vida, tener buena salud, prosperidad y obtener todo lo que se desea.

El bienestar parece depender de nuestro propio pensamiento, o sea que tal como pensamos, somos.

El pensamiento tiene el poder de cambiar la realidad; es un imán que se expande a todo el universo y atrae otros pensamientos afines y sus efectos.

El pensamiento puede obtener tanto lo que desea como lo que no desea, pero como resulta difícil controlarlo, mejor es darse cuenta qué es lo que se está pensando para poder cambiarlo.

Los pensamientos atraen personas, fenómenos, acontecimientos, oportunidades y circunstancias a la vida de un sujeto, porque son fenómenos que están en la misma frecuencia vibratoria, por lo tanto no existe ningún deseo que no se pueda obtener si se respeta esta ley universal.

La atención que se presta a algo hace que las cosas se manifiesten en la realidad, por lo tanto, está en cada uno de nosotros dirigir la atención hacia lo que queremos.

En lugar de quejarnos del mundo en que vivimos, podemos crear con nuestro pensamiento el mundo que deseamos.

Nuestra interioridad es la que lo sabe todo y nosotros la percibimos a través de la emoción que sentimos en cada circunstancia de la vida.

En vez de controlar los pensamientos es mejor darse cuenta cómo uno se siente interiormente y cuál es la emoción que nos domina, de esa manera podremos pensar en algo que nos haga sentir mejor y eso nos permita obtener un beneficio.

El entusiasmo es la señal que nos indica que estamos haciendo lo correcto y actuando desde nuestro ser interior, o sea que es el momento de la inspiración.

El pensamiento, junto a la emoción positiva que suscita, es lo que se necesita para provocar una experiencia deseada.

Si nos empeñamos en ver el mundo con una mirada negativa seguiremos viviendo en ese mundo, pero si queremos que cambie tenemos que verlo como queremos que sea y sentir la emoción correspondiente.

De esta manera la enfermedad se puede convertir en salud, la pobreza en abundancia, los problemas de relación en armonía, el fracaso en éxito, el miedo en coraje y así todo.

Esta es la forma de convertirse en el creador de la propia experiencia.

Los pensamientos más efectivos son los que van acompañados de una fuerte emoción afín.

“No sé lo que quiero” puede ser el mayor obstáculo, porque la claridad del pensamiento y saber lo que uno quiere es el primer paso.

Son pocos los que pueden darse cuenta de la importancia que tienen en sus vidas sus pensamientos y sus estados de ánimo para obtener lo que desean y son muchos los que se dejan llevar por sus emociones violentas y su pesimismo y obtienen lo que NO desean.

No podemos evitar a personas o cosas no deseadas pero sí podemos atraer a las personas o cosas que nos agradan.

La decisión de mejorar nuestras vidas parece ser nuestra.

Malena

Fuente: “La ley de la atracción”; Esther y Jerry Hicks.