La Obsesión por lo obsceno - Psicología Malena Lede




La obsesión por lo obsceno y perverso hace que la relació íntima entre un hombre y una mujer haya sido degradada y se haya convertido en un tema tabú. 

De esa forma se hace evidente la enorme contradicción que se vive en Occidente que mientras es común el libertinaje sin ninguna responsabilidad y está en pleno auge la pornografía; curiosamente, la palabra (sex...) no figura en el Diccionario de Sinónimos de Editorial Sopena Argentina, ni en el Diccionario de Sinónimos Antónimos y parónimos de la Editorial Karten Editora S.A.

Por lo tanto cuando me refiera a este tema, que según estos diccionarios,  no existe, tendré que recurrir a otras expresiones que signifiquen lo mismo para evitar malos entendidos e incluso para evitar que mi blog sea sancionado.

Creo que esta filosofía pacata es precisamente lo que hace imposible enfocar el tema de las relaciones amorosas como algo natural y lo que lleva a mantenerlo en el plano de lo obsceno, la  pornografía y los tecnicismos;  o sea que es la falsedad imperante, la que lo convierte en algo de lo que no se habla en público pero que en la clandestinidad es capaz de producir alto rédito.

Esta obsesión también existe en Oriente, la diferencia es que en ese continente es aún más represiva.

Volviendo al amor, que es lo más importante, para poder amar a alguien con el cuerpo y el alma,  hay que estar en paz con uno mismo y valorarse lo suficiente como para poder estimar al otro del mismo modo; porque sólo la persona que es feliz puede brindar felicidad a otra, de lo contrario le proyectará toda su desdicha.

El amor es la unión del cuerpo y del espíritu,  porque cuando se reduce al cuerpo se convierte en perversión y obsesión.

El Zen no adopta ninguna actitud hacia ningún tema pero afirma que todo lo que es normal es bueno.

El tantra en cambio es una forma de reparar los estragos que ha hecho la sociedad con las relaciones íntimas, convirtiéndolas en un arte.

La falta de felicidad y alegría de las personas se debe a la represión social, a tal punto que solamente cuando los hombres van a la guerra o practican deportes de riesgo es cuando se sienten vivos.

Los que aman con el cuerpo y el alma no se dedican a acumular dinero, sólo pueden hacer eso quienes no se entregan a nadie.

Vivimos en una sociedad enferma donde todo se hace a medias, somos un poco de esto, un poco de lo otro, medio eficaces, medio prácticos, medio buenos, medio malos y también amamos a medias, o sea que somos mediocres en todo.

Hay que empezar todo de nuevo, tratando esta vez de poner todo de nosotros para hacer lo que elegimos hacer, no para competir sino para sentir pasión por ello, porque es la pasión por las cosas lo que nos hace sentir vivos.

Malena

Fuente: Biblioteca Osho