Mujeres Inteligentes - Psicología Malena Lede




Actualmente, las mujeres inteligentes pueden superar cualquier barrera casi a nivel de los hombres.  Digo casi porque todavía hoy en día las mujeres sufren discriminación con respecto a los hombres en muchas áreas de la actividad humana.

Una mujer que logró con su inteligencia demostrar que su cerebro era capaz de ganar dos premios Nóbel, el de física y el de química, hazaña que todavía no ha sido superada por otra mujer; fue María Sklodowska, polaca de nacimiento, nacionalizada francesa, más conocida como Marie Curie (1867-1934), esposa de Pierre Curie (1859-1906).

Marie Curie se graduó en la Universidad con honores y luego de arduas investigaciones,  descubrió el radio y el polonio y pudo determinar su masa atómica, en una época en que las mujeres en su país,  sólo eran preparadas para ser esposas y madres y tenían vedado el ingreso a la Universidad y la posibilidad de participar en el ámbito científico.

El descubrimiento de Marie Curie fue el que tuvo mayor trascendencia para el posterior desarrollo de la física moderna.

Se convirtió así en pionera femenina de la ciencia con no pocos esfuerzos y respaldada primero por sus padres que eran docentes y luego por su esposo que también era científico.

Toda la vida tuvo que luchar para conseguir los recursos económicos que necesitaba para sus investigaciones, ya que en ámbito académico las remuneraciones siempre eran escasas.

Marie Curie no se dedicó exclusivamente a la ciencia sino que también desarrolló una vida de hogar.  Se casó,  tuvo dos hijas y pudo conciliar sus obligaciones domésticas con su trabajo en el laboratorio sin que ninguna de sus responsabilidades sufriera falta de atención.

A los 39 años perdió a su marido en un accidente callejero y tuvo que continuar sola con su trabajo y con la atención de sus hijas.

El gobierno le concedió una pensión pero ella la rechazó porque consideraba que estaba en condiciones de ganarse la vida como científica.

Creo que estos ejemplos pueden ayudarnos a no considerarnos víctimas cada vez que las circunstancias nos resulten adversas y nos sentimos tentadas a creer que, por ser mujeres, no tendremos la fuerza necesaria para enfrentarlas.

Sólo necesitamos una buena motivación, como la de ella, para no reparar en los obstáculos que parecen impedir nuestro desarrollo y crecimiento y no perder de vista nuestras metas.

Malena Lede - Psicóloga