Con frecuencia recibo comentarios de chicas que se
involucran afectivamente con hombres casados, con o sin hijos, que además de
ser abandonadas por ellos y de haber sufrido infidelidades y humillaciones, y antes de haber logrado olvidarse de esa frustración,
vuelven a enamorarse de otro hombre que
se encuentra en las mismas condiciones que el anterior.
Es importante que las mujeres tomen conciencia que
los hombres casados que aún viven con su esposa, difícilmente abandonan su hogar por otra mujer,
simplemente las están usando para divertirse, tener una aventura o entretenerse
cuando están aburridos de la rutina; y son capaces de jurar amor eterno a
cualquiera con tal de tener la oportunidad de pasar un buen rato.
No se puede confiar en la palabra de un hombre que
no se conoce, y menos si la relación
comienza por internet; porque hasta es muy probable que además tenga varios
hijos y que incluso su mujer esté embarazada.
La ingenuidad de la gente joven no tiene límites y
tampoco su autoestima, porque están dispuestas a creer cualquier cosa que les
digan los hombres y convertirse en presas fáciles.
A una edad en que todavía deberían estar en el
colegio, muchas chicas son seducidas; y
por ignorancia, quedan embarazadas, habiendo hoy en día múltiples métodos
gratuitos para el control de la natalidad tanto para el hombre como para la
mujer.
A veces, son las circunstancias las que las impulsan
a aceptar cualquier hombre con tal de salir de una situación familiar de
riesgo, que no les permite educarse adecuadamente de acuerdo a su edad y donde
corren el peligro de sufrir abusos.
En esos casos, la huida del hogar las puede llevar a
caer en la prostitución o a sufrir peores condiciones de vida que las que tenían
en su casa.
Las madres solteras no siempre son capaces de
hacerse cargo de su hijo, lo que las puede conducir a una situación
insostenible; ya que son pocos los hombres dispuestos a apoyar a la mujer que
dejan embarazada, porque por lo general desaparecen sin dejar rastros.
Es la mujer la que tiene el poder de cambiar esta
realidad por otra negándose a vincularse con hombres casados o que recién
conocen.
El hombre está diseñado para la conquista y para
depositar sus genes en cualquier mujer sin ningún escrúpulo. La mujer es la que puede usar su inteligencia
y su capacidad de discernimiento para reflexionar y ver más allá de la
satisfacción inmediata, porque obviamente es la más vulnerable y su decisión es
la que puede cambiar su destino.
Malena Lede - Psicóloga
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