Vivir con un alcohólico - Psicología Malena Lede




Acceder a vincularse con un alcohólico puede ser una elección errónea que en poco tiempo puede transformarse en un calvario; porque si esa relación prospera y ambos forman una familia,  pocas veces esa familia se logra liberar de él; ya sea por falta de recursos para sostenerse o por no tener otro lugar para vivir.

El vínculo afectivo con personas adictas a cualquier sustancia indica baja autoestima y la tendencia a subestimar las consecuencias graves que puede tener el consumo excesivo de alcohol; ya que la pareja y los hijos de un alcohólico pueden estar en grave peligro de sufrir actos de violencia.

El alcoholismo es una enfermedad incurable, sin embargo todo alcohólico, con la ayuda adecuada, se puede recuperar.  Se considera alcohólico a la persona que tiene el hábito de consumir más de dos vasos diarios de alcohol por día.

La mejor ayuda para un alcohólico la puede obtener asistiendo a los grupos de Alcohólicos Anónimo, institución mundial sin fines de lucro que le puede brindar apoyo toda la vida; mientras su familia puede recibir apoyo en Alanón, que es la parte de esa organización que está al servicio de este propósito.

El alcohólico, en primer lugar, se destruye a sí mismo, porque el alcohol  le produce un serio deterioro de todos los órganos; y además puede perder su trabajo y su familia.

Lamentablemente, hasta que no se produce este desenlace, la vida de la familia de un alcohólico puede ser un infierno de violencia, de abusos, de inseguridad, y de privaciones. En estado de ebriedad, una persona no es dueño de sus actos y en una crisis cualquiera puede llegar a matar a su mujer e incluso a sus hijos.

El alcohólico es un adicto y todo adicto tiene una tendencia depresiva que se agudiza con los contratiempos y que también debería ser atendida por un psiquiatra.

En los grupos de alcohólicos anónimos sólo asisten alcohólicos, incluso el coordinador del grupo es un alcohólico recuperado.

Tener la oportunidad de escuchar las experiencias de los otros es fundamental porque permite que cada uno de los integrantes del grupo se pueda identificar y verse a sí mismo reflejado en ellos, conocer qué fue los que llevó hasta allí y que están haciendo para poder salir de esa situación.

En los grupos de alcohólicos anónimos se van distinguiendo algunos de sus integrantes,  que hace mucho tiempo que no beben, que tienen el rol de apoyar en forma personal a algunos de sus compañeros cuando se encuentran en circunstancias límites que los expone al riesgo de reincidir en el alcohol.

La bebida, para un alcohólico, es un modo patológico de calmar la ansiedad y el alcohol, es un recurso accesible,  de venta libre, al alcance de cualquier joven o adulto.

Los modelos sociales y la publicidad contribuyen a favorecer esta adicción entre los jóvenes y adolescentes, que creen que se liberarán de sus inhibiciones tomando cerveza  sin ninguna consecuencia indeseada;  sin saber que el exceso de alcohol produce impotencia y una conducta impropia, errática y violenta; y que la buena educación y la gentileza son cualidades que siguen atrayendo a las mujeres aún más que las bravuconadas, los aires de matones y los atropellos.

Malena Lede - Psicóloga