El temor a no ser amado - Psicología Malena Lede




Las mujeres que temen no ser queridas,  se sienten culpables porque creen no ser dignas de ser amadas y que esa falta de amor se debe a lo que ellas creen que hacen mal o por no hacer lo que creen que deberían hacer.

Viven pendientes de lo que dicen los demás y quiere parecerse a otras mujeres exitosas que parecen tenerlo todo.

La necesidad de ser amada las lleva a someterse a la voluntad de otros y a sacrificar sus deseos para agradar.

Por lo general se trata de mujeres que tienen una imagen pobre de sí mismas, que no están conformes con su propio cuerpo, ni con sus capacidades,  ni con lo que han logrado en sus vidas, porque piensan que para agradar a otros y ser amada, deberían ser perfectas.

El miedo a no ser querido se refleja hasta en el caminar, en los hombros caídos, en la cara de resignación.  No se animan ni a respirar para pasar desapercibidas y sus gestos y actitudes son los de las personas que se muestran vencidas antes de intentar hacer algo; sin saber que es por sentirse inadecuado lo que provoca rechazo.

Una persona que se muestra insegura, débil y temerosa produce desconfianza y no es respetada; o sea que el miedo a no ser aceptada ni amada provoca lo que teme.

No podemos pretender que todos nos quieran porque siempre habrá personas con las cuales no congeniaremos nunca y a quienes siempre les caeremos mal, pero también habrá otras que nos aceptarán como somos y nos querrán.

El amor de pareja es importante pero no lo es todo y si se comienza a pensar en esos términos se podrán considerar otros intereses que evitarán tener puesta toda la energía en la vida afectiva.

Ser quien uno es, es lo que todos deberíamos lograr, no para parecernos a otros sino para distinguirnos de los demás.

Tener buenas amistades es el primer paso para encontrar el amor, un amor sensato y no mágico, una relación auténtica que las enriquezca como personas,  que sobreviva a la rutina y al enamoramiento.

Malena Lede - Psicóloga