Las diferencias de edades en las parejas - Psicología Malena Lede




Este tema suele tratarse muchas veces con demasiada ligereza y dar lugar a opiniones dispares, algunas demasiado románticas que le dan al tema poca importancia, dejando de lado cuestiones importantes.

Investigaciones psicológicas coinciden en afirmar que los dos sexos no maduran igual en lo que se refiere a la capacidad de adaptación y la conducta, siendo la mujer la que muestra en su accionar y en su manera de pensar, una madurez más temprana.

Antiguamente las mujeres se casaban alrededor de los 15 años con hombres de más de treinta años que en la mayoría de los casos ya estaban formados, capacitados laboralmente y bien dispuestos para formar una familia.

Actualmente la mujer puede estudiar y trabajar a la par del hombre y tener el mismo rol decisivo en lo que se refiere a cubrir sus necesidades de subsistencia y las de la familia que desee formar, pero es indudable que la disponibilidad para enfrentar responsabilidades y asumir compromisos, salvo escasas excepciones, suele ser más temprana que la de un hombre de su misma edad.

Por esta razón lo más prudente para una mujer heterosexual, sería elegir como pareja a un hombre que tenga algunos años más, pero no muchos, porque los años no pasan en vano y si pertenece a otra generación tendrán muy poca afinidad.

La mayoría de las personas, en algún momento de sus vidas, desean lograr  una relación estable con alguien que puedan amar y con quien puedan compartir sus penas y alegrías,  o sea, un vínculo afectivo que dure mucho tiempo. 

Esta íntimo deseo, hoy en día,  representa por sí solo todo un desafío para cualquier pareja sea cual sea la edad que tenga, pero si la diferencia de edad entre ambos es muy acentuada, no podrán evitar tener que experimentar mayores motivos de discordia.

Si se trata de un hombre muy mayor se comportará como un padre y la pareja tendrá pocos intereses en común lo que dificultará la relación y deteriorará el vínculo.

Una pareja a largo plazo tiene que tener algunos gustos comunes que puedan compartir además de sus intereses propios, pero si entre ellos hay mucha diferencia de edad disminuirán las oportunidades de disfrutar de las mismas cosas.

Los hombres demasiado jóvenes que se unen a mujeres mayores no siempre pueden asumir las responsabilidades que esa decisión implica.

La mujer tiene menos tiempo para procrear, en forma natural,  que el hombre, y si no quiere someterse a tratamientos difíciles, deseará tener un hijo mientras es fértil, pero si su pareja es mucho menor lo obligará a enfrentar el frecuente miedo al compromiso, antes de lo previsto.

Una relación siempre es difícil aunque ambos tengan las edades ideales y sean lo suficientemente maduros como para enfrentar responsabilidades,  pero si además tienen que lidiar con las diferencias de edades y con todo lo que eso significa, necesitarán mucha más paciencia y tolerancia,  virtudes que pocos están dispuestos a desarrollar en esta época.

Malena Lede - Psicóloga