Quiero separarme pero no puedo - Psicología Malena Lede




La vida puede llegar a ser un calvario, pero no le podemos echar la culpa a nadie, porque nosotros mismos somos los que nos forjamos nuestros propios sufrimientos,  los que nos ponemos la soga al cuello, los que permitimos que nos aten las manos y que nos corten las alas, cuando aceptamos cosas que no hemos ganado con nuestro propio esfuerzo sin pensar que todo tiene un costo y  consentimos encadenarnos y vivir a expensas de otros. 

Somos libres de elegir nuestro destino, sólo que elegimos mal, tomamos decisiones apresuradas sin pensar en las consecuencias y sin tener conciencia de que cada decisión nos compromete para siempre, sobre todo si dependemos de otras personas o si somos responsables de personas que amamos.

¡Qué podemos hacer cuando nuestras decisiones nos colocan en una encrucijada sin salida?

Primero hay que pensar que siempre hay salida,  sólo que hay que esperar tal vez más de lo que se está dispuesto a hacerlo,  sin olvidar que fue por no saber esperar que hoy se encuentran en una situación desesperada y luego, será necesario elaborar un plan a largo plazo.

Un plan a largo plazo permitirá recuperar la esperanza para lograr nuevos objetivos y construir un nuevo proyecto de vida.

Las crisis son necesarias porque permiten crecer y madurar porque solamente en las situaciones límites se puede cambiar y aprender a aceptar nuevos desafíos.

Algunos hombres que han tenido una vida fácil no tienen oportunidad de crecer, siguen siendo niños siempre, y cuando dejan de tener el apoyo de los padres pueden ser incapaces de sobrevivir sin aferrarse a alguien o a algo, como las drogas o el alcohol. Siempre transitan por el camino más corto y placentero, se quejan pero no hacen nada, incluso son desagradecidos con los que intentan ayudarlos, responsabilizan a los demás de sus desgracias y se convencen de tener mala suerte.

La mala suerte no existe, sólo existen las consecuencias de nuestros propios actos.

La decisión de separarse por no poder seguir tolerando una relación insostenible implica para una mujer atravesar por una serie de trastornos muy difíciles de enfrentar.

En primer lugar tiene  que pensar dónde va a vivir y con quien,  porque no es cuestión de salir de una encrucijada para caer en otra aún peor.  Luego tiene que saber cómo se va a mantener;  y si tiene niños, con quien los van a dejar, si es que tiene que trabajar.

Esa mujer no puede depender de un marido que le ha demostrado no ser responsable y menos cuando decide dejarlo.

Las mujeres que tienen hijos se suelen transformar en heroínas y son capaces de realizar verdaderas hazañas; sin embargo no deberían desafiar a la razón, tendrían que cultivar la paciencia, saber esperar el momento, aferrarse a un proyecto y aprender a perseverar para cumplirlo.

El tiempo pasa rápido y aún más cuando sentimos que estamos haciendo lo correcto.  Es como si nos alineáramos con el entorno y todo se ordenara para que nosotros podamos conseguir lo que nos hemos propuesto.

Es necesario evitar las acciones impulsivas y razonar, aprender a ser prudente y estable y a no tomar decisiones sin pensar, saber esperar, perseverar y aprovechar el tiempo para prepararse para el cambio.

Malena Lede – Psicología Malena Lede