Cómo hago para Ser yo mismo - Psicología Malena Lede




Vivimos una vida desequilibrada, nos ocurren cosas que nos hacen perder el rumbo y nos convencen de que no somos dueños de nosotros mismos; nos sentimos solos, el estrés nos abruma, una serie de enfermedades recurrentes nos acosan, entonces, no podemos evitar enajenar nuestra libertad y sin intentar saber quiénes somos nos rendimos y como corderos, seguimos al rebaño y hacemos lo que hacen los demás.

Cada uno de nosotros tiene en esta vida una función única que cumplir que no siempre llegamos a conocer porque nos hemos separado de la naturaleza y hemos perdido la conexión con la totalidad.
De esta forma vamos por la vida a la deriva, aburridos, desesperanzados y sin poder saber quiénes somos y por qué existimos.

Así, copiamos modelos ajenos y perseguimos los fines de otros intentando tener los mismos resultados, sin embargo, como seres únicos e irrepetibles,  fracasamos.

No se necesita meditar mucho tiempo para conocerse a sí mismo, sólo es necesario estar dispuesto y atento, porque si sabemos mirar, la realidad nos guía de la mano.

En cambio, el sentimiento de alienación que es común en las grandes ciudades,  nos obliga a castigarnos con enfermedades, pérdidas económicas y con toda clase de adversidades; que nos hace perder autoestima, a despreciarnos y a no aceptarnos como somos.

La luz que nos permite darnos cuenta de nuestro error de percepción y que nos deja ver lo que realmente es para nosotros, está en nuestra interioridad, que es donde se encuentra nuestra  conexión con el todo.

La búsqueda de bienes materiales nos lleva a identificarnos con objetivos que no son nuestros, que aunque nos proporcione éxito económico siempre nos dejará a mitad de camino y una parte nuestra quedará sin gratificación emocional alguna.

Para vender,  hay que agradar a los demás, porque vivimos en una sociedad de consumo que nos obliga a hacer lo que no queremos, lo que se vende, lo que desea la mayoría.

Pocas veces la respuesta de los otros coincide con lo que nos gusta hacer, entonces podemos sentirnos bien pero los beneficios no serán inmediatos.

Esto le pasa a todos lo que son verdaderamente creativos y hacen lo que saben hacer mejor que nadie; no logran éxito enseguida, porque toda innovación produce resistencias y la mayoría no desea el cambio.

El beneficio económico se suele conseguir con rapidez  siguiendo las estrictas leyes del dinero, no haciendo lo que a uno le gusta, por eso todos andan detrás del último éxito para repetir la misma fórmula y se olvidan de sí mismos.

Sin embargo, vivir siendo uno mismo se puede y no necesariamente resulta un fracaso económico sino la posibilidad de introducir un cambio saludable, crear algo nuevo y abrir un nuevo camino hacia un éxito genuino y duradero.

Malena Lede - Psicóloga