El Acoso - Psicología Malena Lede




Este es un fenómeno que se observa generalmente en personas que tienden a obsesionarse con ciertos lazos de afecto y también con las cosas.

El acoso es el intento irracional de recrear antiguos vínculos perdidos, ya sea personal o comercial, de reclamar supuestas deudas morales, psicológicas o económicas, o de rebelarse por una frustración o una pérdida que no se ha podido aceptar.

O sea, que el acoso es el reclamo enfermizo que hace una persona cuando no puede incorporar el fin de una relación o no puede conseguir concretar  un propósito.

Puede ser sutilmente manifiesto pero tenaz, terminar con la paciencia de la persona más sensata y principalmente durar mucho tiempo, como para desgastar cualquier resistencia.

Lo peculiar de un acosador es que nunca se da por vencido, que continúa “pegado” al objeto de su obsesión aún sabiendo que lo que anhela jamás sucederá  y que hace caso omiso de cualquier señal de rechazo.

Suele aferrarse a su delirio e imaginar sus ilusiones realizadas, dando por hecho su vano propósito y actuando en consecuencia.

Un acosador tiene una manera diferente de interpretar la realidad, ve sólo lo que quiere ver y ninguna otra cosa;  tampoco entiende razones ni justificaciones,  por eso es difícil desalentarlo o rechazarlo.

Ante la posibilidad de sufrir acoso de cualquier índole, lo mejor es hacer una denuncia, con la esperanza de que la intervención de la justicia ponga fin a esa persecución, que muchas veces puede poner en peligro la integridad de una personas. Porque el acoso puede ser el síntoma de una enfermedad mental grave que puede llevar al acosador a cometer un crimen.

Por eso, para prevenir y evitar cualquier acto de violencia, ante una experiencia de acoso,  es importante realizar cuanto antes la denuncia correspondiente.

Malena Lede - Psicóloga