La enuresis es un trastorno común en la niñez. Se trata de la falta de control de la orina
durante las horas de descanso.
Las estadísticas indican que un diez por ciento de
niños puede sufrir enuresis, algunos incluso hasta los catorce años.
Las causas de la enuresis pueden ser psicológicas,
funcionales u orgánicas, y no afectan solamente al niño sino también a los
adultos que lo rodean.
Algunas investigaciones muestran que los niños que
padecen enuresis también presentan problemas de conducta, dificultades de
adaptación social, hiperactividad y falta de atención.
Los padres suelen sufrir a la par del hijo que tiene
ese problema y no pueden evitar transmitirle su sensación de impotencia, su estrés
y su ansiedad.
La enuresis es un trastorno complejo que no es fácil
solucionar, sin embargo el apoyo psicológico y la aplicación de algunas
técnicas conductistas puede ayudar a desarrollar el hábito de contención
voluntaria de la orina.
Esta técnica es de fácil implementación. Se trata de reforzar con alguna forma de
gratificación cada vez que los chicos no mojan la cama, porque el castigo no
surte ningún efecto, en tanto que el refuerzo positivo puede dar favorables resultados.
Por lo general, la enuresis en las niñas suele
desaparecer espontáneamente con la primera menstruación y en los varones con la
primera polución nocturna.
Hay que tener en cuenta que los trastornos
relacionados con la vejiga y la falta de control de la orina se relacionan con
el miedo. Miedo al abandono, miedo a la
pérdida, miedo al castigo, miedo a la soledad, miedo a la falta de afecto, etc.
Es difícil lidiar con las dificultades que acarrea
este trastorno tanto al niño, que se siente inhibido de quedarse a dormir en
casa ajena por temor a mojar la cama, como a su familia que tiene que cambiar todos los días las
sábanas.
Lo mejor es tratar a tiempo este problema
consultando con un profesional especializado.
Malena Lede - Psicóloga
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