Por qué algunos hombres golpean a las mujeres - Psicología Malena Lede




En primer lugar, físicamente el hombre, es más grande que la mujer, por lo que en un enfrentamiento o discusión, si no se controla, sabe que puede ganar sin ningún esfuerzo.

Luego, en todas las culturas, el hombre ha ocupado, los principales puestos de poder, quedando a la mujer relegada a ocupar posiciones de menor jerarquía, con muchas menos posibilidades de influir en la toma de decisiones.

El dominio del hombre sobre la mujer existe desde siempre y aún continúa, en forma más atenuada pero no menos cruenta.

Todavía, la actitud de sumisión por parte de la mujer puede intensificar la excitación sexual de ciertos hombres inseguros que internamente les temen a las mujeres.

Existen aún muchas mujeres machistas que en una relación se sienten mejor dándole al hombre el lugar de macho dominante reservando para ellas el rol pasivo, lo que las exime de tomar decisiones, las reduce a una posición pasiva y dependiente pero les asegura la protección y el cuidado que necesitan.

Cada hombre golpeador tiene una pareja que se deja golpear, perversión que se suele mantener por muchos años porque ambos satisfacen de manera perversa sus propias necesidades inconscientes.

Las reconciliaciones de una pareja de estas características suelen ser muy placenteras, a tal punto que sirven para reforzar ese condicionamiento.

Esta relación es difícil que termine bien, porque por lo general, como estamos habituados ver a diario, culmina con la muerte de la mujer.

La baja autoestima hace que estas mujeres crean que se merecen ser golpeadas, como probablemente han sido también golpeadas en la infancia por sus padres.

El maltrato que la mujer ha vivido en la infancia influyen en su elección de pareja y la lleva a reiterar el mismo tipo de vínculo.

Las agresiones verbales suelen ser las primeras manifestaciones de maltrato que deberían considerarse como señales de alarma porque en poco tiempo se convertirán en golpes.

El golpeador no cambia, porque es un psicópata que no siente culpa alguna, sin embargo, la mujer golpeada cree que si cambiará, por esa razón, cada vez que logra sobrevivir a la golpiza, la reconciliación se convierte en un nuevo comienzo.

El psicópata no se cura, sin embargo parece “normal” porque es un gran simulador. Por eso, pedir ayuda para poder salir de ese círculo vicioso y liberarse para siempre de esa relación enferma es esencial, lo contrario implica el riesgo de perder la vida en cualquier momento.

Malena Lede – Psicóloga