EL AMOR MADURO - PSICOLOGÍA MALENA LEDE




No siempre las personas están preparadas para comenzar una relación de pareja madura.  Por lo general vienen de varias relaciones ocasionales que pretendieron ser serias al principio pero que al poco tiempo, sin saber muy bien por qué, resultaron un fracaso.

El amor maduro tiene que ser en primer lugar correspondido y armónico, o sea entre dos personas equilibradas que están dispuestas a avanzar en sus vidas al decidirse iniciar un vínculo estable para transitar la vida de a dos, tener un hogar y formar una familia.

Esta relación es necesario que sea serena, libre de compromisos anteriores, o por lo menos habiendo completado los trámites legales de antiguos vínculos,  sin rencores ni resentimientos.

Está claro, que quien acepta a una pareja divorciada con hijos, tendrá también que aceptar que deberá mantener esa relación toda la vida y no interferir por celos, incomodidad o molestias que dicha relación previa exija.  Porque la madurez implica aceptar las responsabilidades que asumimos y hacer frente a los compromisos adquiridos y no borrar de plano a personas que han sido significativas en otro momento de la vida, dejando una lamentable secuela de víctimas que siempre generan culpa.

Una pareja madura se ama pero también se respeta.  Cada uno debe tener la libertad de seguir creciendo individualmente como persona, durante toda la vida, sin ponerle obstáculos al otro, sin envidia y sin intentar competir.

Muchos fracasos sentimentales se producen debido a la pretensión irracional de tener una pareja que  paralice su desarrollo, se estanque y viva exclusivamente para ese amor.

Este modelo de pareja se extingue por sí misma porque convierte a esa persona estancada en un parásito que se aburre, se enferma y lo único que le va a generar al otro son problemas.

Una pareja madura se basa principalmente en la confianza mutua, porque si alguno de los dos desconfía, comenzarán los celos, el intento de manipulación y de dominio, las amenazas, los enojos, las peleas y las discusiones.

La confianza se gana siendo siempre honesto, no sólo con la pareja sino con todo el mundo, o sea que se haya elegido la honestidad como modo de vida. 

Una pareja estable exige un nivel aceptable de compatibilidad de caracteres que les permita a ambos compartir momentos juntos; pero también es necesario que respeten la misma escala de valores y que tengan un proyecto común para realizar juntos.

La vida armónica en pareja es posible cuando el amor es verdadero, cuando se ama al otro en tanto que otro y no como la prolongación de uno mismo, cuando se puede trascender el  ego y desear tanto la felicidad del otro como la propia.

Malena Lede - Psicóloga