Mujeres asesinadas por psicópatas - Psicología Malena Lede




La calle puede ser por excelencia el hogar de mal vivientes, inadaptados y también de enfermos mentales.  En el medio de la multitud, estos seres humanos encuentran refugio, mendigan o roban para conseguir su sustento y se pueden sentir libres.

Muchos son inofensivos pero otros disfrutan delinquiendo, atacando a gente indefensa y alimentando sus placeres perversos.  Generalmente son psicópatas, enfermos mentales muy peligrosos, porque suelen ser muy inteligentes y cometer las atrocidades más terribles.

Las mujeres jóvenes son las que corren un mayor riesgo en manos de estos individuos, sin embargo, es común ver a las chicas cómo se arriesgan circulando solas a la madrugada por  calles desiertas.

En el gran Buenos Aires aún es más peligroso dado que de noche circula menos gente y están más expuestas.

Las exigencias de la vida moderna obliga a las mujeres a desenvolverse solas.  No todas pueden ser acompañadas cuando vuelven a sus casas,  si trabajan o estudian lejos y son muchas las que todos los días tienen que enfrentar el riesgo de encontrarse con algún canalla cuando bajan del ómnibus y caminan hasta su casa.

Es difícil tomar precauciones porque un hombre siempre es más fuerte que una mujer y en el caso de tener que defenderse ellas son las que llevan las de perder.

Existen elementos de defensa que puede ayudarlas, como los aerosoles anti robo que funcionan muy bien porque neutralizan el ataque y desalientan al agresor dándole tiempo a la víctima a huir, pero también es conveniente no usar vestimenta provocativa y mantener el perfil bajo.

Es natural que las chicas deseen estar lindas y agradar, pero ante la realidad que estamos viviendo, es necesario tomar todas los recaudos para pasar desapercibidas y no convertirse en el blanco de los ataques.

Otra forma de encarar este problema sería enseñarles a las chicas en los colegios defensa personal, práctica que ejercitada en forma correcta puede dejar fuera de combate incluso a personas muy corpulentas.

El teléfono celular también es útil para pedir ayuda, ya que puede haber alguna unidad policial patrullando cerca que puede acudir enseguida; y no hablar con desconocidos ni acceder cuando las invitan a subir a un auto.

Todas estas medidas parecen obvias, sin embargo las chicas confían y son capaces de cometer graves imprudencias que pueden ser fatales.

Tener conciencia de la propia vulnerabilidad  permite trascenderla y salir indemne de un ataque, por lo tanto, todas las mujeres que están obligadas a circular de noche deberían tener en cuenta las prevenciones que existen y ponerlas en práctica si quieren conservar sus vidas.


Malena Lede - Psicóloga