Es usual que al
principio todas las parejas se digan que se aman, pero cuando pasa el tiempo y
se instala la rutina, el romanticismo se agota y parece no quedar más lugar ni para
las palabras bonitas ni para confirmar el amor que se tienen.
Los hombres son los
más tímidos para expresar sus sentimientos, pero las mujeres anhelan el romance
y son las primeras en desilusionarse.
Muchos se
avergüenzan de expresar sus sentimientos y les cuesta decir te amo, no están
acostumbrados y prefieren demostrar el afecto de otra forma.
Todavía sigue
siendo raro que los padres de un niño le digan que lo aman, y así ese niño
crece sin haber aprendido a expresar su amor con palabras.
Recién cuando están
en pareja se atreven al principio, pero luego el amor pasa a ser algo que no se
dice, y que el otro debe suponer, imaginar o creer.
Sin embargo,
existen otras formas de manifestar el afecto que hace que las palabras sean
redundantes; son los actos, lo que las personas hacen por el otro, porque son
las actitudes las que reflejan con mayor fidelidad los sentimientos.
Un hombre puede tener facilidad para decir te amo pero sus hechos pueden desvirtuar esa afirmación, por ejemplo cuando no trabajan, cuando se ausentan sin dar explicaciones, cuando no participan del cuidado de los hijos, cuando son infieles, cuando no cuidan a su pareja.
Un hombre puede tener facilidad para decir te amo pero sus hechos pueden desvirtuar esa afirmación, por ejemplo cuando no trabajan, cuando se ausentan sin dar explicaciones, cuando no participan del cuidado de los hijos, cuando son infieles, cuando no cuidan a su pareja.
Toda mujer sabe
intuir con toda precisión cuando es amada por su pareja y no necesita que ésta se lo
diga con palabras.
Cuando una mujer comienza
a sospechar de la falta de amor de su pareja no es porque no le dice que la
ama sino por sus actitudes, su falta de atención, su notoria indiferencia.
No todos saben amar
de verdad, porque muchos confunden amor con atracción sexual y si la mujer se
entrega con demasiada facilidad, es muy probable que después de un tiempo la
abandonen.
El hombre nació
para la conquista, puede seducir a cualquier mujer para lograr su objetivo
primario de tener sexo, llegar a engañarla con palabras bonitas y después de un tiempo dejarla por otra,
cuando comienza a aparecer el fantasma del compromiso. La mujer es más
romántica y si se enamora de un hombre así, creerá en todas las palabras bonitas que le dice pero que finalmente terminan siendo falsas.
Malena Lede -
Psicóloga
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