Parejas con distinto proyecto de vida - Psicología Malena Lede




La experiencia nos muestra a diario parejas bien avenidas pero que tienen distinto proyecto de vida.
Como es lógico en algún momento, como una bomba de tiempo,  esta situación estalla y produce muchos corazones rotos.

Es un hecho real que por lo general las mujeres sean las más interesadas en formar una familia y tener hijos.  Claro que como en toda regla existen excepciones, pero lo más común es que luego de varios años de relación, sea la mujer la que insista en formalizar la situación y que su pareja se niegue;  por varios motivos, porque está cómodo, porque todavía “no está listo”, porque no quiere sentirse atado ni tener responsabilidades o por cualquier otro motivo personal que no siempre es fácil de aceptar.

No es raro que por ese motivo esa relación se termine a pesar de haber pasado varios años juntos.

El tiempo es oro y es necesario aumentar la autoestima y respetar más los propios proyectos, porque vivir haciendo lo que quiere otro no proporciona felicidad sino mucha frustración, ira y hace que lo que antes era amor se transforme en odio.

No podemos renunciar a los propios proyectos sin ninguna consecuencia; porque frecuentemente esta frustración puede producir con los años una depresión cuando ya es demasiado tarde.

Ningún hombre vale tanto como para renunciar a nosotros mismos, por eso es muy importante no involucrarse sentimentalmente sin antes dejar bien claro qué es lo que se espera de cualquier eventual relación estable.

Tampoco es recomendable que el hombre acepte esas condiciones a regañadientes, como haciéndoles un favor, porque entonces no se comprometerá lo necesario y lo más probable es que continúe su mismo estilo de vida sin asumir ninguna responsabilidad.

Yo sé que esto es fácil decirlo y difícil hacerlo cuando ya se han enamorado y llevan varios años juntos, pero siempre es mejor terminar un vínculo amoroso antes que haya niños involucrados.

Creo que todos tenemos la capacidad suficiente como para evaluar a las personas ni bien las conocemos, sólo que no es fácil eludir la seducción de quien posee todas las armas para eso.

Pero de esa seducción queda muy poco cuando comienzan a detectarse otras características que nos advierten claramente del peligro que estamos corriendo si nos relacionamos con esa persona.

En toda relación siempre hay que pensar con la cabeza y también con el corazón ya que por alguna razón el corazón también tiene neuronas.


Malena Lede - Psicóloga