Cómo hacer de la propia vida un éxito - Psicología Malena Lede




Competir con los otros para ser como ellos no siempre nos garantiza el éxito;   y además de convertirnos en simples imitadores, copiar lo que ya está hecho nos puede llevar al fracaso.

Si tienes claros tus objetivos, posees los conocimientos adecuados,  confías en ti mismo y eres optimista,  si te esfuerzas lo suficiente y emprendes el desafío de competir contigo mismo, tienes todos los recursos necesarios para hacer de tu propia vida un éxito.  Porque más importante que los logros obtenidos es la satisfacción de haber cumplido las propias expectativas con el propio esfuerzo.

Muchas veces, los logros demoran en llegar, no por falta de méritos ni por haber errado el camino sino simplemente porque no es el momento, porque la mente suele ir más rápido que los acontecimientos y porque la sociedad  necesita tiempo para aceptar los cambios.

Las personas que han logrado que sus nuevas ideas trasciendan han recorrido un largo camino sembrado de fracasos y eso ha ocurrido a lo largo de la historia con todos los innovadores que con su creatividad quisieron abrir una nueva senda.

El triunfo más valioso que se puede lograr es ser dueño de uno mismo y ser capaz de manejar la propia vida de manera responsable y asertiva.

La seguridad en uno mismo y la certeza de contar con todo el potencial y las habilidades necesarias para lograr  nuestros propósitos;  son los pilares en que se apoyan la fe, el entusiasmo y toda nuestra capacidad de trabajo; y la entrega incondicional junto a la plena convicción de estar haciendo lo correcto es el motor que hace que mantengamos la acción en el tiempo.

La acción es el factor clave para alcanzar todas las metas, aunque surjan inconvenientes o aparezcan nuevos problema; porque los planes o  proyectos no bastan cuando el miedo o la cobardía nos ganan.

Las crisis enriquecen, producen cambios e incentivan la creatividad. Son las señales que nos indican que tenemos que hacer algo nuevo.  Los cambios representan siempre nuevas oportunidades de crecimiento, porque nunca es tarde y siempre estamos a tiempo.


Malena Lede - Psicóloga