LAS VENTAJAS DE HACERSE LA VÍCTIMA - Psicología Malena Lede




Muchos creen que asumiendo el papel de víctimas pueden eludir responsabilidades y conflictos, llamar la atención, manipular a otros, sacar ventajas, evitar reacciones violentas y que se minimicen sus faltas.

Ser la víctima es una posición cómoda que permite no enfrentar un problema aun siendo culpable.
La mejor forma de hacerse la víctima es adoptar una apariencia desvalida que dé lástima y pena, enfermarse o desaparecer del escenario de los hechos con alguna buena excusa.

Esta actitud generalmente es habitual y puede formar parte de la personalidad de un sujeto, simplemente para no hacerse cargo de sus errores.

Con esta actitud evitan enfrentar al otro, inhibir cualquier reclamo y evitar ser juzgados, ya que nadie es capaz de demandar a quien se declara vencido de antemano.

El recurso de mostrarse débil y frágil frente a los demás también lo utilizan los animales para no ser atacados por otros de su especie ya que por lo general, es la actitud beligerante la que los motiva más a luchar.

La persona que se victimiza busca la compasión y el consuelo y en lugar de recurrir a su propia fortaleza y voluntad, decide perdurar en su dolor y dar lástima.

Estas personas que constantemente se muestran como víctimas y se quejan de su mala suerte, pueden hacer sentir a los otros  culpables y obligarlos a estar siempre listos para ayudarlas.

Lo ideal sería que quien se victimiza aprendiera de sus errores y que a la larga se decidiera a enfrentar sus problemas solo haciendo algo por sí mismo sin esperar que otros se los resuelvan.

Sin embargo, quien se habitúa a ejercer este rol,  difícilmente pueda revertirlo, ya sea porque cree que no puede o porque no quiere y se niega a ser protagonista de su propia historia o simplemente porque sabe que siempre hay alguien que estará dispuesto a ayudarlo.

Estas personas son las que siempre se están quejando y compadeciéndose de sí mismas, las que dejan de pelear por sus ideas y son incapaces de enfrentar las adversidades y aprender de ellas.

Malena Lede - Psicóloga