Este artículo es
para quienes sienten que esta vida tiene que ser mucho más que materia, que
intuyen que también existe el espíritu, una dimensión donde lo milagroso es
posible.
El camino del
espíritu no se opone a la razón, porque es un todo que la contiene. La razón es un modo de ver la realidad
mientras el espíritu lo ve todo.
El espíritu está
siempre presente, es el que nos conmueve y nos revela que existe una realidad
más profunda, que no somos sólo seres materiales sino espíritus capturados en
un espacio tiempo.
Se puede pasar de
una vida humana de luchas interminables dominada por el ego a una vida espiritual
en la que los milagros son posibles.
El espíritu lo ve
todo con los ojos del amor y el primer paso es creer en él; porque todo el
contenido del espíritu en nuestro interior se puede hacer realidad en el
exterior.
El espíritu está
libre de todo prejuicio o definición, para él todo es nuevo y no tiene ningún
condicionamiento; es sabiduría pura, el testigo silencioso de todo lo que
vemos, oímos y pensamos con la mente.
Nuestro espíritu se
puede conectar con los santos, que son espíritus puros, simples, libres e
inmortales que desean ayudarnos; y si logramos identificarnos con lo eterno
nosotros también seremos como ellos.
La purificación
consiste en deshacerse de todo lo tóxico que existe en nuestras vidas, ya sean
emociones, relaciones, pensamientos, creencias o ideas y no perder la conexión con
el espíritu.
Es el espíritu humano
el que tiene el poder de transformar el sufrimiento y la ignorancia en dicha e
iluminación.. El espíritu es universal.
Malena Lede -
Psicóloga
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