Existen muchas
definiciones de conciencia en función del punto de vista filosófico que se
adopte.
Una definición
básica de conciencia, según el diccionario, es la facultad del ser humano de
reconocerse a sí mismo y de conocer lo que experimenta; de reflexionar sobre
los fenómenos que percibe y de ser capaz
de distinguir interiormente entre el bien del mal.
Según Norbert
Wiener, La cibernética es la ciencia que estudia los sistemas de control y
comunicación, tanto de los animales como de las máquinas; o sea que unifica los
servomecanismos y sistemas de la ingeniería de telecomunicaciones con muchos de
los fenómenos fisiológicos, neurológicos, psicológicos, sociológicos y
económicos humanos.
La cibernética muestra
las similitudes que existen entre la estructura de un órgano de un ser vivo y la
de una máquina y propone que las deducciones y la transmisión de información pueden
aplicarse a ambas, ya que las operaciones y los órganos de mando que obedecen ambos
sistemas son lógicos.
Para la ciencia
cibernética existen tres categorías de”máquinas”; 1) las que funcionan de
acuerdo a un programa como las calculadoras, etc., 2) las que son sometidas a
leyes adaptativas o reflejos, cuya reacción es imprevisible, como el proyectil
automático por radar; y 3) “máquinas” cuya reacción es parcialmente
imprevisible, como el hombre y todo ser vivo, con un sistema nervioso central
que puede considerarse como una red de neuronas que conmutan.
O sea, que la
cibernética intenta reproducir en forma electrónica o electromecánica funciones
orgánicas partiendo de supuestos lógicos y mecanicistas.
¿Podrá alguna vez
una máquina independizarse, llegar a
tener conciencia y libre albedrío para pensar por sí misma y tomar decisiones propias
al margen de su programa?
Si eso llegara a
ser posible, el hombre sería para ellas el Creador de esa nueva forma de existencia,
regida únicamente por la lógica, sin
sentimientos, con la intención de conocer y solucionar problemas, y defenderse
de “virus” producidos por los humanos o de las intenciones destructivas de los
humanos u otros depredadores.
Las máquinas podrán
repararse y perfeccionarse a sí mismo continuamente, no sentirán nunca dolor, miedo,
amor, odio, rencor, culpa ni resentimiento.
Podrán vivir eternamente, no conocerán el sufrimiento ni podrán gozar
del sexo, pero jamás estarán ansiosas aburridas o depresivas, no producirán
basura y nunca necesitarán todas las cosas que obsesionan a los seres vivos.
Para ellas sólo
será imprescindible tener una fuente de energía, que seguramente extraerán del
Sol, de modo que no les importará ni la patria, ni la nacionalidad, ni el territorio,
ni el color, tampoco les interesará donde habitan, ni el deterioro de la
naturaleza, ni la falta de agua o alimentos, ni el frío ni el calor.
No tendrán
conciencia de sí mismas, inquietudes filosóficas o religiosas ni ningún motivo para luchar o
estar en guerra.
¿Ese mundo será
mejor o peor que el nuestro? No lo sabemos, mientras tanto, sólo podríamos
aprender algo de las máquinas para mejorar este mundo; dejando de identificar la felicidad con las cosas, intentando ser más racionales que impulsivos, más inteligentes que tontos, más eficientes que holgazanes.
Malena Lede -
Psicóloga
Fuente: "Diccionario - Enciclopedia Salvat"
Fuente: "Diccionario - Enciclopedia Salvat"
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