LOS MIEDOS NOS CONDICIONAN - http://psicologia-malenalede.blogspot.com





El miedo es una emoción básica humana normal que nos protege y nos defiende de los peligros reales o imaginarios;  pero que en su forma anormal puede convertirse en un impedimento para el desarrollo y crecimiento de un individuo.

¿Cuál es la diferencia entre una persona con agallas que enfrenta sus miedos con valentía y otra que no tiene el coraje suficiente como para distinguir los peligros reales de los imaginarios y que se resiste a los cambios por temor?

Algunos se convierten en adictos al miedo y viven sus vidas al límite; otras que tienen coraje para enfrentarlo y ante a situaciones de riesgo no tienen miedo sino cuidado, y otras que viven paralizadas por el miedo.

Cuando los miedos son exagerados hasta el punto de alterar significativamente la vida de una persona se convierten en fobias.

Los miedos son innatos pero también se aprende a tener miedo a toda situación conocida o desconocida que se estima peligrosa a partir de experiencias tempranas;  y esta emoción se transforma en un condicionamiento que se refuerza con el tiempo.

Los miedos tienen la capacidad de desplazarse de un objeto a otro.  Se puede tener miedo a los espacios cerrados a los espacios abiertos, a las alturas; a la muchedumbre; a hablar en público, a salir de la casa,  a viajar en avión o en tren; a enfermarse, al dolor, a sufrir, al fracaso, al abandono, a la pérdida o a la muerte.

¿Qué seríamos capaces de hacer si no tuviéramos tanto miedo? Sin lugar a dudas seríamos capaces de hacer mucho más de lo que hacemos y como personas también seríamos muy diferentes.

El temor al fracaso es, por ejemplo, el factor más importante que inhibe cualquier posibilidad de cambio; porque el que no arriesga no gana y porque todo éxito está hecho de muchos fracasos.

El miedo a la pérdida es inútil porque todo lo que está vivo alguna vez tiene que morir y todo lo que es material se degrada y desaparece; de modo que es inútil oponerse a la condición esencial de la vida de que todo perece.

El miedo nos protege pero también nos convierte en seres grises y aburridos que sólo buscan la seguridad y se niegan a tener alguna iniciativa.

El miedo es una barrera que nos impide ser libres, o sea que elegimos ser esclavos de nuestros propios miedos.

A veces, alguno de nosotros provocamos, aparentemente sin darnos cuenta, las situaciones que más tememos mientras a otros, la fe los ayuda a transformarse en personas más valientes, al creer que no están solos y que hay algo superior que los protege.

Lo único que cura el miedo patológico es la actitud de enfrentarlo; porque sólo cuando se animan a hacer lo que temen, el cuando el miedo desaparece.

Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Vida sin condiciones”; Deepak Chopra