EL MIEDO SOCIAL - http://psicologia-malenalede.blogspot.com




Se puede sentir angustia frente a determinadas personas, como por ejemplo,  funcionarios con autoridad, profesionales o empleados a cargo, o en situaciones grupales, con el sexo opuesto o con gente de distinta generación, etc.

Los miedos sociales más comunes suelen ser:

Miedo al compromiso con una pareja,  que no siempre significa no querer asumir responsabilidades,  sino temor a quedar atrapado, como una forma de claustrofobia, pero social.

Miedo a los propios impulsos o sea miedo a expresar las emociones, temor a la propia ira o a hacer o recibir una crítica, lo que provoca que se inhiba la intención o la acción.

Miedo a ser observado y hacer el ridículo: generalmente basado en el propio juicio, lo que impide la creatividad y la espontaneidad y para evitar ese riesgo y pasar desapercibido, optar por comportarse en forma convencional.

Miedo al rechazo, Cuando cualquier gesto leve de displacer en los otros es interpretado como un potencial rechazo personal lo que lleva a los sujetos a retraerse o retirarse.

Miedo a que los demás descubran que son un fraude : Lo sufren quienes temen que si se muestran como son lo considerarán como ellos sospechan secretamente que son, algo tontos, poco inteligentes, malas personas, etc., aunque en realidad no sea así.  Este miedo hace que se evite la intimidad y se repriman los sentimientos y demostraciones de afecto.

Miedo a cometer errores y ser sorprendido. Este temor se relaciona con la poca confianza en sí mismo, con la propia inseguridad y con el miedo a la crítica, con la falta de  competencia y la muy probable falsa impresión de no estar a la altura de los requerimientos.

Miedo a “caerle mal a los demás”: este temor se manifiesta dándole demasiada importancia a lo que piensan los otros y esforzándose por agradar, sacrificando muchas veces las propia dignidad, sin tener en cuenta que no siempre la impresión que damos depende exclusivamente de nosotros sino también de cómo piensan y viven las experiencias los demás.

El miedo social generalmente se basa en creencias erróneas, como por ejemplo, “si los demás me rechazan es porque estoy actuando en forma incorrecta”; o  “si sufro rechazo es porque no sirvo para nada o porque hice algo mal” “si me rechazan es porque no valgo nada”.

Pero las cosas que pasan no siempre dependen de uno; porque en las relaciones interpersonales siempre intervienen otras variables ajenas, que pueden modificar drásticamente las reacciones de los demás, sea cual sea nuestro desempeño.

Malena Lede - Psicóloga