PEGAN A UNA MAESTRA - http://psicologia-malenalede.blogspot.com




Nuevamente la realidad nos muestra otro caso de violencia en una escuela; en esta oportunidad, una madre que le pega una cachetada a la maestra de su hijo, presuntamente por haberlo maltratado..

Los detalles no importan, porque  existen  medios legales más civilizados para hacer valer los derechos del alumno que es agredido por un docente de su escuela, haciendo la denuncia correspondiente..

El tema que vale la pena destacar en este hecho,  es el mensaje contradictorio que recibe ese menor al ver la reacción de su madre desautorizando a su maestra.

Si es verdad que un educador comete una falta contra un alumno, la conducta más apropiada es que en primer lugar la madre o el padre de ese niño pidan una entrevista a solas con esa maestra para aclarar los hechos y luego, si es pertinente, realizar la denuncia correspondiente tanto a las autoridades superiores de la escuela como a la policía local..

Estos hechos de violencia en la escuela ponen en evidencia la situación crítica y la falta de valores que se observa en las familias de hoy, y en qué medida repercute esa condición en la conducta de los hijos en la escuela, donde se pretende que completen su educación.

En esta oportunidad, este niño aprendió, que puede imponerse a cualquier figura de autoridad y agredirla libremente., tal como lo hizo su madre, que como es la persona más significativa para él, considera que es la conducta correcta,  porque los niños se identifican con lo que los padres hacen no con lo que le dicen que deben hacer.  

De ahora en adelante, a ese niño nada le impedirá enfrentarse a cualquier figura de autoridad, ya sea la policía o a cualquier otra persona que ejerza ese rol,  que le impida la realización de sus deseos.

Estamos criando monstruos, psicópatas sin valores incorporados que les permitirá en un futuro próxdimo matar o torturar sin sentir ninguna culpa.

Una madre que se descontrola y le pega a una maestra, sin duda en su casa acostumbra a pegarle a sus hijos y probablemente ella también sea una mujer golpeada.

Las estadísticas muestran que la violencia familiar es más común en los dos polos opuestos de la sociedad, en los hogares más humildes y en los de mayor poder adquisitivo; donde los valores se están perdiendo; unos por sentirse frustrados y otros porque lo tienen todo.

La clase media registra un nivel de violencia menor, tal vez  porque es la clase social que sufre más presiones, porque tiene más posibilidades de acceder a una educación superior y mejores oportunidades para ascender socialmente.

Pero también es un hecho que la violencia está en todos lados,  porque vende y porque la gente, por alguna oscura razón quiere ver sangre, muerte, accidentes y enterarse de noticias apocalípticas y eso es lo que vemos todos los días por televisión, sea o no el horario de protección al menor.

Escuchemos a nuestros hijos sin abandonar nuestro rol de padres y educadores primarios, corrigiéndolos y colaborando con sus maestros, siendo discretos e imparciales, evitando juzgar las circunstancias conflictivas que se produzcan en la escuela, apoyando las decisiones del maestro y tratando de guiarlos por el mejor camino posible, del esfuerzo constructivo y del respeto.

Malena Lede - Psicóloga