La oportunidad es una señal que nos indica el camino a seguir, sin embargo la valoramos tan poco, que cuando se presenta la dejamos pasar.
El mayor secreto de la vida que casi toda la gente
prefiere ignorar es darse cuenta que la oportunidad es la que nos está
señalando el camino a seguir y que la búsqueda suele ser estéril.
No somos seres aislados, somos seres en el mundo, formamos
parte de la naturaleza y si estamos atentos y dispuestos podremos tener
conciencia de las oportunidades que tenemos.
En esta época desbocada que nos toca vivir en un
mundo donde los estímulos externos contribuyen para hacernos perder el
equilibrio, es necesario detenerse, cerrar los ojos, respirar profundamente e
intentar conocerse a uno mismo.
Los extremos se tocan y nunca son recomendables
porque son una forma de desequilibrio y cuando estamos desequilibrados somos
infelices.
¿Cuál es la dirección correcta? Aceptar la realidad
como es, vivir una vida ética, dominar las pasiones, las ambiciones
desenfrenadas y los caminos que no nos conducen a ningún lado; porque somos lo
que pensamos y porque todo termina.
Lo más importante no es criticar a los demás sino
observarse a sí mismo, porque el día que entendamos cómo opera la propia mente se
logrará comprenderlo todo.
El Psicoanálisis plantea la hipótesis de que la
conciencia es solamente una parte de la mente y que con el método de la
asociación libre se puede ir más allá de la razón.
Prestigiosos neurólogos y científicos dedicados a la
medicina psicosomática están convencidos de que la meditación permite concentrarse
más en sí mismo y mantenerse saludable.
Dos sesiones de meditación de treinta minutos al día
puede cambiar la vida y vencer toda clase de molestias.
Cuando una persona medita se produce la relajación
del cortex cerebral permite que las estructuras profundas del cerebro se
activen, calman la ansiedad, normalizan la energía sexual, regulan las
funciones del sistema simpático y actúan sobre las raíces del mal.
La energía fundamental que produce la meditación aumenta
la vitalidad, la atención y la concentración, elimina el cansancio y permite
ser más conscientes del momento presente.
Un espíritu inquieto y preocupado no puede ver las
oportunidades que se le presentan y compromete la paz en el mundo.
Malena Lede – Psicóloga
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Muchas gracias por participar de este espacio!
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que buen contenido los felicito, pasate por mi blog suscribete y me suscribo. saludos.
ResponderEliminarpsicolopractica