¿Ser o no ser? esa es la cuestión; ¿hago esto o aquello? ¿elijo esto o lo otro? ¿lo dejo o no lo dejo? Estas preguntas existenciales son muy difíciles de contestar porque exigen tomar una decisión.
Toda decisión es una responsabilidad, porque los
compromete para siempre y los obliga a renunciar a lo que no eligen.
Siempre estamos debatiéndonos entre dos opciones, ambas mutuamente excluyentes.
El hombre goza de libre albedrío o sea de la
capacidad de optar entre distintas alternativas que a su vez pueden crear otras
nuevas.
Estamos condenados a elegir porque aún si no
elegimos estamos eligiendo no elegir.
La libertad humana tiene sus límites, como la moral
de los actos, la conciencia, la responsabilidad, la dignidad humana, la naturaleza,
el rechazo social, la capacidad de autonomía, la propia voluntad; y es la que permite que elijamos nuestro destino.
En el caso de la elección de pareja, antes de tomar una decisión hay que
preguntarse qué fue lo que los unió desde un principio; cuáles fueron las cualidades
que los atrajeron del otro, qué es lo que ahora no soportan y que antes no
veían, si lo están comparando con su ideal de pareja y si esperan demasiado de
ella.
La pareja no lo es todo, es una parte
importante de la vida; pero también existe la posibilidad de crecer y desarrollarse
y de encontrar gran satisfacción en ello.
El ego es el responsable de la mayor parte de las
discusiones de una pareja, defender la posición y conseguir tener la razón.
Cuando aman quieren tenerlo todo del otro, su
interés, su atención, su amor. Pero el
otro también es un ser libre con otros intereses al margen que pueden o no
coincidir con los de ustedes.
Para poder aceptar los intereses que no compartimos
la solución es tener intereses propios.
Para discutir se necesitan dos, porque si uno de los dos hace
oídos sordos se termina la discusión.
Practicar la humildad doblega al ego, calma los ánimos, permite
perdonar ofensas y olvidarse de ellas.
Romper una relación por alguno de estos motivos
mencionados nos condena a repetir historias, porque siempre nos enamoramos del
mismo tipo de persona.
Malena Lede - Psicóloga
Fuente: "El Existencialismo es un Humanismo"; Jean Paul Sartre.
Fuente: "El Existencialismo es un Humanismo"; Jean Paul Sartre.
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