EL FALSO AMOR - Psicología Malena Lede


El amor siempre produce temor porque hay que renunciar al ego, por esa razón sólo existe el falso amor sin compromiso.

Hoy en día el culto al ego es una religión, por eso hay tanta falta de amor en el mundo y tantas relaciones efímeras; porque el ego no quiere desaparecer.

Sin embargo, sin amor la vida no tiene sentido, no se puede ser feliz ni sentir alegría y sólo se pueden lograr vínculos vacíos.

El falso amor produce tristeza, disgustos, peleas y violencia; más que una relación de amor es una relación de odio.

El amor verdadero cuesta demasiado porque hay que renunciar al ego, que aunque es una entidad falsa, una idea siempre equivocada de uno mismo,
una imagen sin importancia, se atesora más que ninguna otra cosa en el mundo.

El verdadero amor revela el auténtico ser que el ego se empeña en ocultar y hay que ser muy valiente para enfrentar el miedo que produce.

El amor duele porque nos transforma y toda transformación produce el dolor de un nuevo nacimiento que nos enfrenta a lo desconocido.

Debido a esto la gente se resigna a vivir sin amor, o sea a sufrir en vano, eludiendo de esa forma la posibilidad de crecer y elevar su conciencia.

Sin el otro, que es un espejo de mi mismo y que me obliga a despojarme de la máscara, no puedo reconocerme para saber quién realmente soy.

El amor verdadero exige entrega incondicional, deshacernos de las defensas a las que estamos acostumbrados y arriesgarnos a vivir con audacia, resistiendo el miedo al rechazo y siendo más vulnerables.

El amor a otro es el primer paso hacia Dios, decía Martin Buber, la única manera de salir de sí mismo, ser con el otro y aceptar que la individualidad es una ilusión y que sólo formamos parte de un todo.

El origen de las neurosis es el narcisismo, no poder salir de uno mismo y quedarse solo estancado en el ego.

El amor verdadero a otro, a una pareja, un hijo, una madre, un amigo es la oportunidad de estar en armonía con la humanidad y con el mundo y es lo único que vale la pena, todo lo demás es secundario.

Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “El libro del ego”; Biblioteca Osho.