Los campos electromagnéticos y la salud




Los habitantes de una gran ciudad están todo el día rodeados de aparatos eléctricos, que cuando funcionan, forman campos electromagnéticos que pueden afectar la salud.

La Tierra posee un campo magnético; porque es un enorme imán con un campo estático en tanto que la electricidad de los aparatos electrónicos es un campo pulsante del orden de 50 pulsaciones por segundo.

Los seres humanos también poseen un campo magnético natural mucho más débil que el de los aparatos que rodean cada ámbito de nuestra vida, de modo que la exposición a ellos pueden alterar el nuestro e influir en nuestro cuerpo en forma negativa, llegando a producirnos malestares y enfermedades, alterando el equilibrio hormonal y los procesos bioquímicos celulares.

El cuerpo humano tiene gran sensibilidad a las variaciones del campo magnético terrestre, pero como éstos son cíclicos estamos diseñados como para sincronizarnos con esos cambios.

Las personas sometidas a cambios electromagnéticos artificiales en forma habitual pueden sufrir de problemas en su estado de ánimo y en su conducta, disminución de sus defensas naturales e insomnio.

En el departamento de Neuroendorinología de la Universidad de San Antonio, Tejas se ha constatado que los campos electromagnéticos tienen el mismo efecto que la luz sobre la glándula pineal, interfiriendo en su funcionamiento.

En el Instituto Karolinska de Suecia realizaron investigaciones sobre la posible relación entre la exposición a intensos campos electromagnéticos y el desarrollo de algunos tumores y tipos de leucemia y los resultados fueron publicados en el año 1994en el American Journal of Epidemilogy.

Estos estudios se basaron en personas que vivían en un radio de 300 metros de distancia de líneas de alta tensión, desde 1960 hasta 1985, que en total abarcaba una población de más de cuatrocientas mil personas.

Se pudo demostrar que el riesgo de contraer leucemia infantil era 2,7 más alto comparadas con personas no expuestas a contaminación electromagnética de una intensidad de 200 nanoteslas y que el riesgo aumentaba 380% si esa potencia se aumentaba a 300 nanoteslas.

Entre los adultos, el riesgo de enfermar de leucemia como la mieloide aguda y la mieloide crónica, si estaban sometidas a una contaminación de potencia 200 nanoteslas, se incrementaba en un 170% con respecto al grupo que no recibía esta influencia.

En esta investigación, el porcentaje más alto de casos de cáncer se daba en la gente que vivía a menos de 50 metros de las líneas de alto voltaje.

Debido a estos resultados el gobierno de Suecia estableció un límite de 200 nanoteslas para la exposición de la población a estos campos.

Conociendo estas estadísticas la población de las grandes ciudades están exigiendo cada día más normas más estrictas con respecto a la instalación de antenas de telefonía móvil.

Lo más aconsejable es mantener lejos de nuestro dormitorio, electrodomésticos en funcionamiento cuando dormimos o usarlos el mínimo de tiempo posible.

Las personas que viven cerca de transformadores o cables de alta tensión reciben una gran cantidad de radiación sin apenas saberlo, debido a la cantidad de horas en que están expuestas.

Fuente: "Medicina Biológica", Txumari Alfaro, Ed.B.S.A., Barcelona, España, 2009