La Enfermedad como bloqueo de la mente




Según Deepak Chopra, la mente tiene un importante papel en el origen de las enfermedades, como la hipertensión, las enfermedades coronarias, los tumores, la obesidad, la depresión, la fatiga crónica o las enfermedades psiquiátricas y en cualquier otra enfermedad que se produzca.

Las personas irritables y ansiosas suelen desarrollar úlceras, las compulsivas obsesivas pueden sufrir de colitis ulcerosa, los problemas en la función sexual, como la impotencia, se refieren generalmente a ansiedad sobre la conducta sexual durante el acto sexual; los accidentes habitualmente se deben a falta de atención o negligencia. Todos estos casos han sido muy bien documentados.

La hipótesis de este conocido médico endocrinólogo, dedicado al Ayúrveda, antigua medicina de la India, es que toda patogénesis proviene de un bloqueo en el flujo de la inteligencia.

No se trata solamente de la inteligencia en lo que se refiere al funcionamiento del cerebro, sino de la inteligencia que está en todo el cuerpo y rige todos los procesos del organismo desde el nivel subcelular, celular, de los tejidos, de las glándulas, de los órganos del sistema nervioso central, etc.

Los genes, las enzimas, el sistema inmunológico, los receptores, tienen inteligencia regulando las funciones en forma perfecta de cualquier parte del cuerpo.

Las expresiones de la inteligencia se pueden localizar, pero la inteligencia en si misma no se puede delimitar aunque sea la responsable del funcionamiento de todo el cuerpo y se encuentre en él naturalmente, en forma universal.

Esta inteligencia, es la mente, y comprende también todo el cosmos. No opera sólo en el cerebro sino que tiene su origen en la zona más vasta que es la mente. 

Un proceso similar también puede producir salud.

La gente saludable luce más feliz que la gente enferma. La infelicidad de la gente enferma no es producida por la enfermedad sino por causas anteriores a ella, ya que en general, una patología expresa un malestar y puede servir para lograr equilibrio psicológico.

La felicidad significa tener pensamientos felices casi siempre, porque esta condición produce cambios bioquímicos en el cerebro y efectos benéficos en las funciones del cuerpo.

Según el temperamento de cada uno es la proporción en que se combinan los neurotransmisores en el cerebro. Dado que éstos químicos cambian con nuestra forma de pensar, podemos controlarlos e influir en la secreción hormonal y en los órganos conectados con ellas.

Los pensamientos infelices son los hostiles, que producen aumento de los latidos cardíacos, suben la presión arterial, y además son causa de otras reacciones.

Los pensamientos que producen ansiedad también desencadenan los mismos síntomas, además de temblores, sudor frío, o sensación de tener un nudo en el estómago;  porque todo pensamiento también es una molécula.

En cambio los pensamientos de amor, paz, compasión, generosidad o bondad, producen un correspondiente flujo de hormonas y neurotransmisores.

Los pensamientos felices tienen un efecto estimulante en el cuerpo y producen cambios fisiológicos saludables.

Una prueba es el efecto placebo, el sólo hecho de pensar que una pastilla nos hace bien, produce un efecto benéfico en el cuerpo aunque no contenga ninguna droga.

Un placebo es una pastilla que tiene el aspecto de un medicamento auténtico pero que no lo es porque está hecha solamente de componentes que no causan ningún efecto.

Los placebos activan el proceso de curación natural del cuerpo y actúan sólo por creer que se trata de un medicamento auténtico.

El placebo pone en funcionamiento el remedio que necesitamos, sin contraindicaciones, que todos llevamos dentro.