Bebés Prematuros



Bebés prematuros

Los bebés prematuros son los que nacen antes de término. Un embarazo a término es de cuarenta semanas y si un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación se considera prematuro.

El control del embarazo puede evitar que un bebé nazca en forma prematura, cuidando que la madre tenga una alimentación sana, controlando su presión arterial y siguiendo su evolución con atención médica adecuada.

También es importante tener en cuenta cualquier malestar, dolor o molestia que sientan y consultar de inmediato para evitar un parto prematuro.

Existen distintas causas que pueden provocar un nacimiento antes de término, puede producirse debido a un acontecimiento inesperado, a una infección, una anomalía en la placenta o en la ubicación o implantación del feto y también cuando se trata de un embarazo múltiple.

No obstante, el avance de la medicina hace posible que bebés prematuros de sólo 24 semanas puedan sobrevivir.

Aunque los cuidados médicos son muy importantes, el contacto con familia, especialmente con la piel de la madre resulta imprescindible para una mejor evolución.

El desarrollo de un bebé prematuro depende fundamentalmente de la oportunidad que tenga de percibir el calor, el sonido de la voz y el olor de la madre y del padre.

Ests bebés, al ser más pequeños e inmaduros tendrá un código diferente al de los niños nacidos a término, recibirán un trato distinto y también variará la forma de conectarse con su madre, ya que lo que ella esperaba es tener en los brazos a un niño que pesara alrededor de los tres kilos al nacer y con el tamaño justo para tener en sus brazos.

Sin embargo, pronto los dos se adaptarán, se reconocerán y se comunicarán afectivamente superando cualquier obstáculo.

A los bebés prematuros les gusta que los toquen, reconocer el olor, la cara y la leche de su madre; pueden dormir muchas horas y también se pueden sobresaltar con los ruidos y con las luces muy intensas.

Es evidente que el amor de la madre también cura y aunque los médicos y enfermeras se afanen en brindarle toda clase de técnicas para ayudar a su recuperación, la presencia permanente del padre o de la madre se está generalizando en las maternidades por considerarse fundamental.

Tener a un bebé prematuro ya en casa es como un segundo nacimiento y puede aflojar la tensión familiar y permitir que todo vuelva a la normalidad.

Sin embargo, este bebé necesitará el seguimiento médico adecuado según sea su desarrollo para controlar cualquier anormalidad que surja en su estado y en su crecimiento.

Por lo general, los niños prematuros evolucionan normalmente con los cuidados necesarios, tal vez alguno de ellos recibirá sobreprotección por parte de sus padres, si lo consideran como alguien en inferioridad de condiciones, pero quizás otros decidirán tratarlos como verdaderos héroes, porque lograron superar la adversidad y creen que serán capaces de continuar realizando grandes proezas.

Fuente: “Sophía”, Marina Roig.