La relación con el dinero




El dinero sigue las leyes del mercado, no tiene escrúpulos, patria, identidad, ni circula a partir de emociones ni sentimientos; y generalmente se dirige donde hay más dinero.

Pero también tiene importancia la forma en que cada uno se relaciona con el dinero.

El primer requisito que hay que cumplir para tener dinero es tener una habilidad para poder ganarlo y valorar lo que hacen.

Cada uno a su manera busca la forma de hacer dinero porque salvo escasas excepciones, todos tenemos que trabajar para poder vivir.

Ocurre muchas veces que la gente puede desear por un lado mejorar su situación económica y vivir una vida próspera pero por otro, en forma incnsciente puede sabotear esos deseos, por distintos motivos e impedir de diferentes formas la posibilidad de tener buenos ingresos.

Algunos logran ganar dinero pero no saben administrarlo, como ocurre con los que de pronto tienen éxito y se convierten en millonarios, o con los que ganan la lotería, los que reciben una herencia cuantiosa o con los que tienen un buen trabajo bien remunerado.

Algunos pueden gastar más de lo que ganan, lo pueden derrochar, pueden tener vidas desordenadas y no tener control de los gastos, de modo que si no se tiene un asesor financiero de confianza puede dilapidarse y desaparecer en poco tiempo o no permitir llegar a fin de mes.

En caso de ser personas prósperas, con una buena fortuna bien administrada, puede ocurrir que la dificultad sea no saber disfrutar de él y vivir miserablemente con todo el dinero invertido y sin un peso en el bolsillo, porque sienten culpa al gastarlo.

Si en cambio, no sólo ganan mucho, lo administran bien y además saben disfrutarlo, puede ocurrir que tengan miedo de compartirlo y se vuelvan egoístas y avaros.

La mayoría de las veces todas estas cuestiones se encuentran a nivel inconsciente y los protagonistas no se dan cuenta de sus dificultades con el dinero, viviendo su fortuna a medias y no en forma plena.

Algunas personas que tienen mucho dinero pueden creer que no se lo merecen sentirse indignos y no poder disfrutarlo; o cuando llega la hora de compartirlo buscan problemas y crean conflictos con los que los rodean.

Cuando la gente no se siente merecedora de ganar dinero, también tiene dificultades para conseguirlo, de modo que el primer paso para una vida próspera consiste en ser capaz de valorar lo que hacen, evitar las creencias que limitan sus ganancias (mejor es no tener mucho dinero, el dinero es sucio, el que tiene mucho dinero no lo ganó trabajando, etc.) y seguir el modelo de las personas que saben ganar dinero, que son capaces de administrarlo bien, que pueden disfrutarlo y también compartirlo.

Administrar bien el dinero consiste en saber comprar, pagar las cuentas, no gastar más de lo que se gana ni pedir préstamos que no se pueden pagar; o sea, respetar el presupuesto de que se dispone.

Si el problema es la dificultad de desprenderse del dinero para disfrutarlo, será necesario entender que el dinero no tiene valor en si mismo sino que es un medio para un fin; y si los fines no existen el dinero es un papel que no tiene ninguna otra utilidad.

En cuanto a la necesidad de compartirlo, tampoco se trata de regalar el dinero que se ha ganado indiscriminadamente sin ningún límite. Se necesita buscar un equilibrio, o sea no caer en el derroche ni tampoco pecar de mezquino. Para lograrlo, la moderación, como siempre será el mejor camino.

Fuente: Pablo Nachtigall, Psicólogo, Especialista en Managemente del estrés y Liderazgo Transformacional.