Tratamiento con Células madre en ACV




Para comprobar la eficacia de las células madres como regeneradoras de tejido neurológico dañado, especialistas de las Instituciones Fleni y Cemic, junto a varios grupos de científicos brasileños, comenzaron la primera investigación en Argentina con células madres en pacientes que sufrieron ataques cerebro vasculares, que tendrá una duración de tres años.

Se trata de obtener células de la médula ósea para inyectarlas en la arteria media, una vez procesadas para ayudarlos a reducir las secuelas y tener una mejor recuperación.

Aunque la investigación en este terreno, que promueve la esperanza de un tratamiento regenerativo sin drogas ni cirugía, está aún en la fase de experimentación, cada día que pasa surgen nuevas fantásticas perspectivas en el mundo.

Esta investigación será gratuita para los ciento cuarenta voluntarios participantes.

Las células madres son capaces de reparar tejidos dañados y en condiciones especiales de transformarse en distintos tejidos del organismo.

En este estudio específico, el tratamiento consiste en realizar una punción de médula ósea donde se encuentran las células madre para luego ser procesadas para identificar a las que producen factores neurotróficos o sea proteínas que protegen a las neuronas.

Una vez obtenidas las células requeridas, éstas serán inyectadas en la arteria media del paciente ingresando por la carótida.

Estas células productoras de factores neurotróficos tienen la capacidad de ser reconocidas por las neuronas y ayudar a una mejor recuperación.

Esta técnica ha sido utilizada con éxito en Brasil, España y Gran Bretaña, siendo un método seguro y eficaz.

En Argentina se producen cuarenta mil ataques cerebrales isquémicos por año. Lo cierto es que las células transplantadas pueden inducir a recuperar las funciones perdidas, aunque aún no se llegue a comprender cómo se realiza este proceso.

Un hallazgo de científicos franceses reciente, publicado en Nature Communications, amplía las posibilidades terapéuticas, por ejemplo, al trasplante de médula ósea.

Estos científicos descubrieron que las células madre musculares pueden sobrevivir aún después de 17 días de la muerte de un ser humano y colocadas en cultivo pueden volver a funcionar perfectamente.

Lo mismo ocurriría con las células madre de la médula ósea que generan células sanguíneas.

Esta eventual reserva de células madres que pueden continuar viviendo en un organismo humano después de fallecido, podría ser de mucha utilidad para realizar injertos de médula ósea en casos de leucemia o enfermedades sanguíneas que se necesitan mucho en los hospitales, para los cuales no hay donantes.

Los investigadores franceses extrajeron cuatro gramos de músculo de una mujer fallecida a los 97 años y después del cultivo obtuvieron millones de células madre que pudieron diferenciarse en fibras musculares.

Hasta ahora los únicos usos de las células madres son los que se destinan a tratar enfermedades por medio del trasplante de médula ósea, que en Argentina supervisa el Incucai.

Las posibilidades tanto para los científicos como para los neófitos, parecen ser inimaginables, pero aún no hay evidencia clínica que demuestre que el trasplante de células madre sea eficaz para curar la diabetes, el mal de Parkinson, el Alzheimer u otras enfermedades discapacitantes.

Fuente: “La Nación”; 13/06/12; Neurociencia, “Primer estudio con células madre en ACV; Nora Bär.