Biografía de Walt Disney




Walter Elías Disney (1901-1966), fue un famoso dibujante, director, productor cinematográfico y de televisión norteamericano nacido en Chicago,  que aunque no fue el primero en dedicarse a los dibujos animados, hizo que sus creaciones y personajes se convirtieran en clásicos.

Fue un hombre de una imaginación frondosa e inagotable y de una extraordinaria personalidad, a quien no le resultaron fáciles sus comienzos.

Hijo de una maestra y un granjero muy estricto pero con poca suerte en los negocios, tuvo que trasladarse a la ciudad de Kansas con su familia, en busca de nuevos horizontes.

Walter,  trabajó desde los nueve años repartiendo diarios, aún en medio de la nieve, experiencia que posteriormente le producirían pesadillas.

Desde niño tuvo habilidad para el dibujo, capacidad que su padre alentó dándole la posibilidad de que tomara clases.

Posteriormente su familia se mudó a Chicago, pero al terminar sus estudios secundarios, a finales de la primera guerra mundial, cuando tenía 16 años se alistó en el ejército desempeñándose como chofer de ambulancia en Europa.

Cuando volvió a los Estados Unidos, consiguió una pasantía en un estudio que se dedicaba a hacer dibujos animados para publicidad.  Fue allí donde conoció a Ub Iwerks, un genio en tecnología que desarrolló la mayoría de las animaciones de los que más tarde serían los estudios Disney.

Sin embargo, en un principio, lo único que cosechaban ambos era fracasos.  Cada vez que Walter hacía un intento por su cuenta,  fracasaba e incluso fue estafado por uno de sus distribuidores de películas.

Pero a pesar de los quebrantos económicos, confiaba mucho en sí mismo, de modo que decidió a los 22 años, con solamente cuarenta dólares en los bolsillos, irse a Hollywood, donde logró mejorar su situación y pagar todas sus deudas.

Con la ayuda de su hermano Roy, Walter comenzó a producir películas en el garaje de un tío, combinando actores con dibujos animados.

Cuando el negocio comenzó a dar sus frutos, llamó a su amigo Ub, que estaba en Kansas y a los 24 años hasta pudo tener una secretaria, con quien luego se casó y tuvo dos hijas.

Disney acostumbraba a decir que se había casado porque le salía más barato casarse que pagarle a su secretaria todos los sueldos atrasados.

Tres años después, de su profusa imaginación nacería su conocido personaje animado, que su esposa Lilian bautizó con el nombre de Mickey; sin saber que sería el ratón más famoso del mundo entero y que a Disney le abriría la puerta a la fama.

Con la invención del cine sonoro, Mickey se convirtió en el primer dibujo hablado de la historia cinematográfica con un éxito extraordinario.

Lo mismo pasó con el surgimiento del cine en colores que Disney adoptó de inmediato ya que siempre confió en los avances de la tecnología.

Los estudios Disney crecieron y se consolidaron aún durante la depresión económica de los años treinta del siglo pasado, ya que el cine era barato y resultaba la diversión más accesible y preferida por la gente para poder evadirse de esos momentos difíciles.

En 1937, Walt Disney estrenó la primera película animada de largo metraje “Blancanieve y los siete enanitos” con un éxito rotundo que aún hoy en día continúa.

Pero una tragedia enlutaría a su familia, como los hermanos Disney estaban ganando mucho dinero, decidieron obsequiarles a sus padres una hermosa casa cerca de los estudios.  Un mes después de instalarse, se produjo un escape de gas debido al mal funcionamiento de una caldera y su madre falleció por asfixia, desgracia que a Walter lo haría sentir culpable el resto de su vida.

Sin embargo, después de “Blancanieves y los siete enanitos”, sus realizaciones fueron una seguidilla de fracasos económicos, ya que las películas animadas salían más caras que las que contrataban actores y era más difícil recuperar la inversión.

Paradójicamente, lo que lo salvó a Disney del desastre financiero fue la Segunda Guerra Mundial con la producción de una decena de películas para el gobierno que servían para instruir a los soldados y a los civiles sobre temas relacionados con el entrenamiento militar y las tareas de defensa.

Después de la guerra varios fracasos económicos casi lo llevan a la quiebra, como sucedió con “Cenicienta”, “Alicia en el País de las Maravillas”, “Peter Pan” y “La Bella durmiente”, aunque hoy en día sea difícil de creer.

Pero Walter era un creativo y lo salvaron otras ideas, como las películas documentales sobre animales que sorprendieron a sus distribuidores por el extraordinario interés que provocaron en todo el mundo.

El programa de televisión “Disneylandia” también resultó un enorme éxito, que sirvió para realizar uno de sus más ambiciosos sueños: el parque de diversiones más grande, más importante y más sorprendente del mundo.

Walt Disney recibió durante su trayectoria 31 premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias cinematográficas de Hollywood; la medalla presidencial de la Libertad y diplomas de la Universidad de California, de Yale y Harvard.

Disney realizó otros films de larga duración como "Pinocho", "Fantasía", "Bambi", "La cenicienta", "La dama y el vagabundo" y "101 dálmatas"; documentales de gran éxito como "Desierto viviente", "La gran pradera"; "20.000 leguas en viaje submarino" y "David Crockett", y comedias como "Un sabio en las nubes" y "Mary Poppins". 

Toda su vida Disney trabajó doce horas por día imaginando cosas imposibles para hacerlas posibles.  Pero también le gustaba pasar tiempo con su familia..  Acostumbraba a manejar la locomotora de los varios trenes construidos a escala que tenía en el jardín de su casa, que eran lo suficientemente grandes como para llevar de paseo a sus invitados.

Walt Disney murió a la edad de 65 años debido a un cáncer de pulmón.  Contrariamente a lo que cree la mayoría de la gente, que su cadáver está siendo conservado en frío para ser reanimado  una vez que se descubra una cura para su enfermedad, oficialmente la información es que fue cremado y sus cenizas esparcidas en Los Ángeles.

Su obra se destacó por su poesía y por su gran contenido humano y su legado es enorme, quedan sus personajes y sus películas, como clásicos del cine,  vivos para siempre.

Fuente: “Vidas Perpendicualres”; Ana María Shoua.

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