Carreras con salida laboral inmediata


Las empresas necesitan más ingenieros y especialistas en ciencias básicas, sin embargo más del cincuenta por ciento de los estudiantes en Argentina eligen carreras humanísticas.

Por ejemplo, disciplinas como la bioinformática, que se ocupa, por un lado del estudio de las estructuras bio-macromoleculares, como las proteínas y el ADN; para la comprensión de los mecanismos moleculares de distintas enfermedades y el desarrollo de medicamentos para el dengue, el Chagas, el cáncer y la tuberculosis; y por otro, de la investigación de la biodiversidad de bacterias que viven en condiciones ambientales extremas, como por ejemplo la Antártida o en las lagunas de las zonas altas del norte argentino.

El área de trabajo de un especialista en bioinformática puede ser un laboratorio farmacéutico o en la agroindustria para el desarrollo de semillas, en una petrolera para dedicarse al tema de la descontaminación o en un hospital.

Una institución pionera en la creación de esta carrera fue la Universidad Nacional de Entre Ríos, donde se recibieron alrededor de una docena de bioinformáticos. En la UBA, Universidad de Buenos Aires, egresaron cerca de veinte alumnos con ese título y en la UADE (Universidad Argentina de la Empresa todavía no se recibió ninguno porque el inicio de estos estudios comenzó hace poco.

Los ministerios de educación y de ciencia, tecnología e innovación productiva informan que existen más de ciento cincuenta carreras consideradas prioritarias y la bioinformática es una de ellas.

Las carreras con mayor demanda de aquí en más son las ingenierías, las especializadas en el medioambiente, agro, industria, nanotecnología, acuicultura y ciencias básicas, como Química, Matemáticas, Biología y Física. El listado completo se puede encontrar en el sitio www.becasdelbicentenario.gov.ar

Aunque la tasa de desempleo sigue siendo alta, las empresas no consiguen personal idóneo con el perfil adecuado para sus vacantes porque no hay coincidencia entre las preferencias de los estudiantes y las necesidades del mercado.

Este fenómeno se debe en parte a la falta de información de los estudiantes y también al miedo y rechazo que por desconocimiento, sienten los alumnos por las matemáticas.

En Argentina existe una creciente demanda de energía limpia y de personas capacitadas a nivel académico para participar de estos proyectos, ya que para 2016, un ocho por ciento de la energía que se utiliza deberá provenir de fuentes renovables; y un ingeniero informático, mecánico o industrial puede ocuparse de temas de bioquímica con los conocimientos que posee.

Otras de las disciplinas que más se desarrollaron fueron las relacionadas con el diseño: gráfico, industrial, textil, de indumentaria, Web y multimedia, entre otros.

La robótica también tiene muchas aplicaciones. En Argentina existen desarrollos en agricultura de precisión, seguridad, medicina e industria; y aunque no hay todavía una carrera específica en robótica; en universidades nacionales como la de San Juan, Córdoba y Buenos Aires existen orientaciones en robótica que proveen los recursos necesarios para dedicarse a este tema.

Otra carrera promisoria es la del desarrollo de videojuegos, actividad que genera altos dividendos principalmente por sus ventas al exterior y ocupa a más de mil personas.

Hacer un videojuego se parece a la realización de una película, ya que exige altos presupuestos y un equipo especializado multidisciplinario con la participación de artistas, programadores, músicos y diseñadores que tienen que dedicarle muchas horas de trabajo.

Antes de decidirse por una carrera tradicional es mejor ampliar el horizonte y enterarse de las posibilidades promisorias que pueden brindar títulos académicos no tradicionales, que además de permitir una salida laboral inmediata puede resultar más atractiva y favorecer una mejor calidad de vida.

Malena

Fuente: LNR:, 3/2010; “Carreras con futuro”; María Gabriela Ensinck.