Los Valores Humanos


Los valores son los principios que rigen el comportamiento humano y que determinan su conducta.

Ejemplos de valores son la honradez, la verdad, la lealtad, la paciencia, la tolerancia, la bondad, el amor, la compasión, la humildad, la perseverancia, la integridad, la dignidad, la empatía o la responsabilidad…

El código de valores representa para una persona, una guía para vivir su vida y la altura moral que condicionará su conducta, sus relaciones y sus decisiones.

Los valores profundizan y favorecen las relaciones humanas y aunque hay muchos que los ignoran y viven sus vidas cometiendo errores, delinquiendo, y abusando del poder, también existen quienes creen en ellos y que manejan sus vidas según su propio código ético.

El individualismo favorece la pérdida de valores, cuando el otro deja de ser un sujeto para convertirse en un objeto de uso que puede servir para el propio beneficio.

Así, sin valores no hay relación sino negocio sin compromiso, un dar y un recibir a cambio sin ninguna solidez ni sustento, en todos los ámbitos de la sociedad; en la familia, en la pareja, en el trabajo, en la política, en el deporte, etc.

Existen valores que son permanentes que siempre estarán presentes y valores relativos que dependen de las circunstancias que se están viviendo.

Mucha gente confunde los valores permanentes con los valores relativos y relativizan todos los valores. Por ejemplo, el valor de la belleza es relativo porque cambia con el tiempo, lo mismo se puede aplicar al dinero, que puede ser valioso para adquirir bienes en una sociedad, pero inútil si están perdidos en el desierto.

Más allá de los valores materiales, los valores humanos se mantienen con la esperanza de construir un mundo mejor resistiendo el embate irreverente del materialismo con su loco afán de elevar el consumismo y de la violencia, que sin respeto por la vida pretende apropiarse por la fuerza de lo ajeno

Los valores se adquieren en la infancia, por eso es tan importante que los padres no se contradigan delante de los hijos. Porque si sus valores son opuestos los hijos no se identifican con ninguno de ellos y crecen sin noción de lo que es malo o bueno.

Aunque el concepto del bien y del mal existe en la conciencia de todo individuo, la conducta de los padres es la que lo actualiza y lo pone en funcionamiento.

Los seres humanos nacen potencialmente buenos, o sea, con la capacidad de razonar y de actuar en forma correcta; la educación hace el resto, formar personas dignas y útiles para la sociedad o formar a individuos violentos y deshonestos.

Malena