Experiencias de Reencarnación


Existen distintos tipos de experiencias de reencarnación, los más numerosos son los recuerdos de vidas pasadas, espontáneos, de niños, luego están los experimentados por adultos; los sueños y las visiones; las revelaciones mediante técnicas espiritualistas; experiencias que provocan las drogas y también los casos de posesión.

Kumari Shanti Devi, una niña india que nació en 1926 en Delhi, comenzó a los cuatro años a hablar de su vida anterior en Muttra, diciendo que había pertenecido a la casta choban y que había estado casada con un comerciante en telas llamado Pt Kedar Nath Chaubey.

Posteriormente se confirmó que Chaubey vivía en Muttra, quien viajó a Delhi en 1935 para conocer a la niña. Shanti reconoció a quien había sido su esposo y se conmovió, contestando acertadamente algunas preguntas que éste le hizo de carácter íntimo.

Días más tarde, tres investigadores y sus padres acompañaron a Shanti a Muttra donde no solamente ésta le indicó al conductor, el camino correcto para llegar a la casa donde había vivido sino que además pudo identificar al hermano mayor de su esposo y a su suegro.

Chaubey ocupaba con su familia actual una casa nueva a la que Shanti fue llevada y donde pudo reconocer al que había sido su hermano, que ya tenía 25 años, al hermano de su suegro y luego a sus anteriores padres entre la multitud que se había congregado.

La primera esposa de Chaubey había fallecido a los 23 años poco después de haber dado a luz un hijo. El tiempo que estuvo su alma en el más allá fue solo de tres meses.

Los recuerdos de vidas pasadas de los niños suelen desaparecer cuando crecen pero existen excepciones.

Madam Laure Raynaud nació en 1868 en Aumont y falleció en 1913. Siendo niña le dijo a un sacerdote que el cielo, el infierno y el purgatorio no existían. Como recordaba su niñez en otra vida, se puso en contacto con su antigua amiga, madame Dutilleu que vivía en un país meridional. Pudo describir su antigua casa, el aspecto físico que tenía y su padecimiento debido a la tuberculosis.

Reconoció que había vivido en Génova y pudo localizar su casa con exactitud e inclusive el lugar donde había sido enterrada, en una iglesia del lugar.

Los investigadores corroboraron que Jeanne S., una joven viuda había fallecido en esa casa y había sido enterrada en la Iglesia de Nuestra Signora del Monte.

Una niña norteamericana recordaba haber vivido una vida anterior como soldado canadiense y afirmaba haber estado en este mundo muchas veces, a veces como un hombre y otras como una mujer.

Siendo soldado recordaba llamarse Lishus Faber. Posteriormente su hermana buscó documentación en una biblioteca y encontró registrada una escaramuza vivida por una pequeña patrulla de soldados entre los que se encontraba el teniente Aloysius Le Febre.

En un accidente automovilístico, John y Ellen Pollock de Hexham, de Inglaterra, perdieron dos hijas, Joanna y Jacqueline, de once y seis años.

A los ocho meses después del accidente, Ellen quedó embarazada y presintió que tendría gemelos aunque su médico no podía escuchar nada más que el latido de un solo corazón. Sin embargo, Ellen no se equivocó y tuvo a las gemelas, Gillian y Jennifer.

Jennifer nació con una cicatriz blanca que le atravesaba la frente, sobre el ojo derecho, idéntica a la cicatriz que tenía Jacqueline producida por una caída cuando tenía tres años; y además presentaba una marca de nacimiento sobre la cadera izquierda.

Cuando crecieron, las niñas reconocieron los juguetes de sus hermanas fallecidas y recordaron sus nombres. También identificaron su antigua escuela en Hexham, y el parque de juegos que frecuentaban sus hermanas muertas.

Existen centenares de estas historias en todo el mundo y no son pocos los escritores que dejaron testimonios escritos, como David Christie-Murray en su libro “Reencarnación-Creencias ancestrales y testimonios modernos”, donde se encuentran los citados en este artículo.

Malena

Fuente: “Reencarnación-Creencias ancestrales y testimonios modernos”; David Christie-Murray.