La Brujería y el poder de la sugestión



La brujería es el poder de influencia supuestamente sobrenatural, otorgado a alguien por espíritus malignos, para actuar sobre las fuerzas de la naturaleza, con el propósito de controlar o causar daños a personas o cosas.

Estas prácticas se extendieron libremente por toda Europa durante la edad media, sostenidas por creencias paganas, hasta aproximadamente fines del siglo XV en que comenzaron los procesos oficiales contra la brujería (cacería de brujas), que se generalizó durante los siglos subsiguientes y se prolongó hasta el siglo XVIII, período en el cual se dictaron miles de sentencias de muerte.

La Iglesia Católica denunció la práctica de la brujería como un engaño y la consideró una herejía que fue condenada por la Inquisición con la pena de muerte en la hoguera.

La hechicería puede ser practicada por cualquier persona que tiene el conocimiento adecuado, mediante encantamientos, conjuros o brebajes especiales; en tanto que la brujería es considerada además un poder místico inherente a determinadas personas que cuentan con las características de personalidad apropiadas para aprender estos artificios mediante los conocimientos heredados de sus ancestros.

Estas prácticas esotéricas prosperaron en sociedades que experimentaron situaciones de decadencia o infortunio, o que se han visto involucradas en conflictos sociales sangrientos.

Ya Homero, poeta de la Grecia Antigua, mencionaba a la brujería en sus poemas; siendo Medea la hechicera más conocida de la época clásica.

También en Roma, Horacio, menciona en sus “Sátiras” a dos brujas y la Biblia contiene numerosas referencias a ellas, como la bruja de Endor que se cita en Saúl (1 Samuel 28).

En el siglo XX prosperó un movimiento moderno de la brujería, llamado Wicca, con una visión panteísta del mundo y de respeto por la naturaleza.

La creencia en la brujería existe en las sociedades tradicionales de todo el mundo. Por ejemplo, la comunidad navaja se protege de las brujerías pintando sus rostros y las tribus que todavía sobreviven en distintas partes del globo recurren a sus propios médicos brujos para curar sus males internos y a los médicos modernos para el tratamiento de sus síntomas externos.

El poder mágico constituye la esencia de varios sistemas religiosos y tiene un importante papel en muchas culturas analfabetas.

La magia se distingue de la religión por privilegiar la técnica y por ser más impersonal y mecánica.

Las técnicas mágicas generalmente son utilizadas para conseguir fines específicos como derrotar a los enemigos, provocar lluvias, etc. pero también tienen un carácter simbólico y expresivo.

Sobre los magos y los rituales mágicos también existen Tabúes, o sea procesos de purificación que les otorgan a los elegidos, poder mágico.

En Occidente aún sobreviven algunos grupos étnicos con ciertas creencias mágicas asociadas con la alquimia, las brujerías, el vudú, las hechicerías y el chamanismo, que utilizan supuestamente las fuerzas del mal, pero que también dominan algunos trucos manuales.

El poder de la sugestión y de la autosugestión puede provocar en ciertas personas síntomas psíquicos y físicos que algunos aprovechan para influenciar su mente y manipularlas a su antojo.

Este poder, sin embargo, no debería ser subestimado sino estudiado científicamente para eventualmente, ayudar a curar enfermedades.

Malena

Fuente: Diccionario Enciclopédico Grijalbo; Enciclopedia Universal Británica; Enciclopedia Salvat.