Método Rolfing para recuperar la postura



El Rolfing es un método de integración estructural, cuyo objetivo es alinear el cuerpo sobre su eje para el desarrollo pleno de las personas en todos los niveles.

Se trata de alinear el cuerpo para que pueda moverse sin esfuerzo, aportando a la vez estabilidad y flexibilidad física y emocional para poder vivir con mayor plenitud.

Cuando el cuerpo está erguido las tensiones musculares disminuyen, los fluidos circulan mejor, los órganos pueden cumplir normalmente sus funciones, lo que predispone favorablemente para percibir el mundo en forma más optimista.

Ida Rolf (1896-1979), bioquímica norteamericana que pasó muchos años investigando terapias corporales y holísticas, creó esta técnica para aliviar su propia artritis; partiendo de sus conocimientos sobre el Yoga y la Osteopatía.

Hoy en día existen centros de formación profesional para desarrollar esta técnica en Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Brasil y Australia.

Aplicar este método requiere de diez sesiones semanales o quincenales,  de 45 a 90 minutos de duración, que se centran en enseñar a enderezar el cuerpo en forma definitiva, porque cuando el cuerpo está bien alineado se encuentra en las mejores condiciones para potenciar o recuperar la salud, tanto física como mental.

Al terminar cada sesión se enfatiza la necesidad de tomar conciencia de los cambios y de aprender a moverse más libremente en la vida diaria

Este sistema tiene en cuenta no solamente la relación entre las diferentes partes del cuerpo entre sí, sino también la relación del cuerpo con la fuerza de la gravedad,

Por otro lado se trabaja sobre las fascias, un tejido blando que hasta ese momento apenas había llamado la atención.

Si el cuerpo logra sostenerse sobre sí mismo sin esfuerzo, desaparecen las tensiones espontáneamente y por ende la necesidad de aliviarlas.

Los problemas posturales provienen de los malos hábitos adquiridos en la infancia, por realizar trabajos sedentarios o muy exigentes, debido a  accidentes que obligan al cuerpo a forzar la postura en forma temporal, por la edad o por actitudes y emociones arraigadas que terminan reflejándose en el cuerpo, modificando su estructura.

Mediante toques, estiramientos y otras manipulaciones, el terapeuta logra que el cuerpo se flexibilice, que aumente su capacidad respiratoria,  que gane mayor libertad de movimiento y recupere su buena posición.

Este nuevo estado físico de mayor solidez y estabilidad y pocas tensiones  también produce cambios a nivel emocional y hasta una nueva forma de ver el mundo, lo que hace que también el entorno se modifique.

Malena

Más información: “Rolfing” de Ida Rlf; Ed. Urano.