Por qué la guerra - Psicología Malena Lede




 En el año 1932, con motivo de la invitación que le hace Einstein a Freud, para cambiar ideas sobre el por qué de la guerra; éste le responde con una carta, en la cual le expresa lo que piensa sobre este tema.

 Freud comienza relacionando el derecho con el poder y le señala  que desde los orígenes de la humanidad los problemas de intereses entre los individuos se resuelven con el uso de la fuerza.

Así sucede tambien con los animales aunque entre los hombres los  conflictos incluyen también la diferencia de opiniones.

En la horda primitiva, el dominio estaba en manos de la fuerza bruta, luego, como consecuencia de los adelantos tecnológicos, el poder lo logra quien posee las armas más poderosas.

Pero es el derecho  la fuerza de toda comunidad, aunque muchas veces no se pueda evitar la violencia para solucionar los conflictos.

Sólo sería posible evitar las guerras si los hombres se pusieran de acuerdo en establecer un poder central, el cual tendría a su cargo la solución de las diferencias.  Pero es difícil que éste llegue a existir alguna vez ya que todos los intentos hasta ahora han fracasado;  y a pesar de la evolución, el derecho aún no puede reemplazar del todo a la fuerza bruta..

Existen en los seres humanos dos instintos básicos, uno de amor o atracción que tiende a unir, que es más amplio que la sexualidad y que se puede llamar instinto de vida; y un instinto de odio,  que tiende a destruir, matar, o agredir  que denomino instinto de muerte, de modo que es fácil llevar a los hombres a la guerra

Ambos instintos son imprescindibles para la vida y necesariamente tienen que estar ligados.

El instinto de destrucción,  no se puede eliminar pero si puede ser desviado hacia fines culturales socialmente aceptables.

La comunidad ideal sería aquella cuyos hombres pudieran subordinar su vida instintiva a la razón y la reflexión y esto es sin lugar a dudas, algo bastante utópico.

Muchos de nosotros somos pacifistas debido a la evolución cultural que nos ha dado lo mejor;  pero que también es la causa de buena parte de nuestros problemas, porque podrian llevar a la desaparición de la especie humana,  ya que este proceso podria traer  consigo modificaciones orgánicas.

El intelecto se ha fortalecido y comienza a dominar a la vida instintiva y las tendencias agresivas se interiorizan con consecuencias positivas pero también peligrosas.

Por esta razón muchos somos pacifistas, porque las atrocidades de la guerra  nos producen una aversión constitucional que ofende tanto nuestra estética como nuestra sensibilidad emocional.

¿Cuántos siglos tendrán que pasar para que todos lleguen a sentir lo mismo? Tal vez, tanto el avance cultural como el temor a las consecuencias catastróficas que podrían tener ahora las guerras, terminen con ellas en un futuro no demasiado lejano.

No sabemos aún cómo se logrará este propósito pero si se puede afirmar que todo lo que lleve a una mayor evolución cultural, puede contribuir a hacer menos probable una guerra.

Malena
Fuente:  Obras Completas de Sigmund Freud.