La familia y el trabajo en Suecia - Psicología Malena Lede



Suecia parece ser el país que ha logrado lo que parece imposible, la armonía entre la familia y el trabajo.

En Suecia, se trabaja de 9 a 5; y quedarse después de hora en la oficina está mal visto, porque se considera falta de eficiencia y falta de responsabilidad con la familia y con los hijos.

Los horarios de oficina son flexibles de modo que siempre que se logren los objetivos laborales, llegar tarde o irse más temprano, no significa ningún abuso, dado que esto no es lo que se controla.

Además de evitar una razón importante de estrés, esta flexibilidad permite además trabajar en casa algunas horas e incluso todo el día y estar más tiempo con la familia. De esta forma se puede recuperar lo perdido para poder terminar la tarea a tiempo.

La flexibilidad horaria y el trabajo en casa, no es una excepción en Suecia sino lo más común.

Esta modalidad de trabajo contrasta con la cultura laboral de otros países donde aún se valora más la presencia en la oficina y la cantidad de horas de permanencia.

En Suecia, la obligación de cuidar a los hijos para que en el futuro sean ciudadanos responsables y de provecho es una obligación cívica.

Desde esta perspectiva se considera que el trabajador tiene mayor motivación para esforzarse y ser más eficiente, ya que la obligación de quedarse para cumplir el horario no representa un incentivo.

Los avances en los medios de comunicación han hecho esto posible gracias a la posibilidad de estar conectados todo el tiempo.

Claro que no todos los trabajos gozan de estos beneficios, por ejemplo, aquellos que gozan de una menor remuneración y por el tipo de tarea que desempeñan que les demanda estar en su trabajo la jornada completa.

Esto es posible en Suecia, porque es un país fuerte económicamente y tanto el gobierno como las empresas pueden ayudar a las familias, pero también influye en su calidad de vida su forma de organizarse.

La buena relación entre empresarios y trabajadores están basadas en la confianza mutua y en el reconocimiento de las necesidades de cada uno, que dependen más del sentido común que de la autoridad que tengan y esto es lo que les permite organizarse de la mejor manera.

Este sistema funciona y vuelve más creativos a los trabajadores siempre que sean responsables, ya que aquellos que se abusan de esta libertad, necesitan que los controlen.

Los hombres que son padres pueden acceder a una licencia por paternidad de once meses que pueden tomarlos cuando lo deseen.

Este permiso que se otorga a los hombres tiene el objetivo de evitar que las mujeres en edad fértil sean discriminadas cuando compiten por un puesto laboral.

En Suecia, la enfermedad de un hijo justifica plenamente faltar al trabajo y si este beneficio no es aprovechado varias veces por año, es considerado un descuido de las obligaciones del trabajador con su familia.

Este modo de organización laboral funciona porque existe una voluntad política, además, porque el Estado cuenta con los recursos necesarios, también porque se trata de una cultura que tiene en cuenta primero las circunstancias de las personas y luego al trabajo; e incluso por necesidad, ya que para las familias de clase media, que son la mayoría, tener una empleada para cuidar a los hijos, resulta prohibitivo.

En Suecia, las familias se encargan de ir a buscar a sus hijos al colegio, de limpiar sus casas y de armar sus propios muebles; y en estos momentos se ha extendido la moda de atender y estar más tiempo con familia.

Pero aunque esto parezca exagerado, está comprobada la importancia a largo plazo que tiene educar personalmente a los hijos.

El investigador Víctor Lapuente, del Instituto de Calidad de Gobierno de la Universidad de Gotemburgo, explica que el hecho de tomar la licencia para cuidar a los hijos demuestra además, la humildad de no creerse imprescindible.

En Suecia, los horarios laborales y las licencias familiares son asuntos de Estado; por lo tanto, a las 17,30 ya todos están en sus hogares, o haciendo algún deporte, o realizando la actividad que les gusta.

Malena:
Fuente: “Diario La Nación”; Informe Especial, Costumbres europeas. Ana Carbajosa, “El País”; 9/8/2015