Cómo me adapto a los cambios tecnológicos - Psicología Malena Lede



Es difícil adaptarse a un mundo que cambia en forma constante y vencer los miedos que nos provocan los nuevos desafíos.

El cambio es un proceso natural en la naturaleza que hace posible el crecimiento y el desarrollo de la vida. Sin embargo, hay muchas personas que se resisten a cambiar con el paso del tiempo y se niegan a avanzar.

El avance tecnológico también nos obliga a adecuarnos a su ritmo vertiginoso para no quedarnos atrás y convertirnos en unos dinosaurios.

No podemos creer que un niño de pocos años pueda entender mejor que un adulto los complicados mecanismos de la nueva tecnología y arriesgarse a manipular cualquier clase de aparato electrónico con éxito.

La experiencia, en vez de mejorar nuestro rendimiento, en este caso puede ser un obstáculo para el aprendizaje, porque antes que nada hemos aprendido a tener miedo y no podemos evitarlo.

El miedo siempre es una barrera que bloquea cualquier avance, sea cual sea, miedo a alejarnos de las personas tóxicas, miedo a abandonar la comodidad, miedo a cambiar de trabajo, miedo a cambiar un tratamiento ineficaz por otro, miedo a cambiar la rutina, miedo en general al cambio.

Es difícil vencer la inercia, porque movernos en situaciones conocidas, nos hace sentir seguros y tranquilos, y el cambio amenaza con destruir esa tranquilidad y esa seguridad. Además los cambios tecnológicos actuales nos obligan a cambiar de rol y no ser más los que les enseñan a los niños sino los que aprenden de ellos.

Hay que tomar conciencia que cuando todo alrededor está cambiando, en lugar de quejarse, no hay más remedio que adaptarse para no sucumbir.

En una sociedad compleja también es complicada la adaptación a ella y a los cambios que necesariamente se producen.

Para ganarle a la tecnología hay que ser capaces de sentarse frente a una computadora todo el tiempo que sea necesario y estar dispuesto a emprender el desafío de ganarle a la máquina utilizando el antiguo pero eficaz método de ensayo y error.

La computadora no se rompe aunque se equivoquen y siempre se puede volver a atrás para intentarlo nuevamente.

Un breve curso de computación para conocer lo básico puede ser necesario, sin embargo la mayoría se atreve y aprende solo.

Sólo necesitan incursionar en las aplicaciones que necesiten para su esparcimiento o trabajo, porque aprender todas las posibilidades que existen hoy en día en computación será inútil si no las van a manejar todos los días.

Lo importante es arriesgarse a pensar que pueden, a aceptar que habrá momentos en que no podrán avanzar si no viene alguien a solucionarle los problemas, a creer que no hay vuelta atrás, que la tecnología avanza para quedarse y que no es posible retroceder ni resistirse.

Si bien todos nos resistimos al cambio tenemos que tomar la decisión de enfrentarlos, no tener miedo y buscar la manera de adaptarnos.

Malena