ILUSIONES PERCEPTIVAS Y VIAJES FANTÁSTICOS- htto://psicologia-malenalede.blogspot.com.ar




El aislamiento total de todo estímulo exterior provoca alucinaciones, o sea hace que el cerebro comience a producir imágenes y ruidos que no existen.  

El psicólogo canadiense, Donald Hebb estudió los efectos que produce en el cerebro la falta de estímulos sensoriales en personas sanas a mediados del siglo pasado.  Ese experimento reveló que si el cerebro no recibe estimulación continua, puede producir recuerdos espontáneos reales o no y sensaciones fantásticas.

Durante el aislamiento total algunos de los individuos que participaron en las pruebas comenzaron a tener visiones, podían ver el futuro, realizar viajes fantásticos y recordar nítidamente maravillosas imágenes del pasado reales o no.

Toda persona puede experimentar estas alucinaciones si su cerebro no recibe estímulos sensoriales el tiempo suficiente.

Una experiencia similar puede vivirse en estado de relajación profunda durante la meditación trascendental. Los mismos síntomas también suelen provocar limitaciones auditivas y visuales como la ceguera o sordera.

Una forma más leve de privación sensorial puede ocurrir cuando se conduce un vehículo durante muchas horas durante la noche, fenómeno conocido como hipnosis del automovilista, cuando de pronto aparecen en el medio del camino animales o personas que no son reales.

Los navegantes solitarios también suelen padecer  alucinaciones durante una larga travesía, pueden escuchar voces que susurran y risas con toda claridad y hasta pueden participar de conversaciones con seres imaginarios.

Esto ocurre porque para cada objeto conocido contamos con un circuito neuronal en el cerebro, almacenado en la memoria, que en esos estados de carencia perceptiva pueden activarse sin la presencia del estímulo externo.

Pero a diferencia de las alucinaciones que provocan ciertas patologías mentales, en estos casos el cerebro puede distinguir si se trata de una imagen real o imaginada.

El aislamiento que sufren algunos ancianos también puede provocar la aparición de estos síntomas.

Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Mente y Cerebro” No.59/2013