Mirtha Legrand - Lección de vida




Pocas personas que han transitado en algún momento de sus vidas  por el arduo camino del éxito, han podido mantenerse en la cúspide, como ella, durante tanto tiempo.

Mirtha Legrand es un ejemplo tanto en su vida artística como personal que conforme a sus valores supo organizar y equilibrar con inteligencia.

Aunque su carrera cinematográfica haya sido apoyada siempre por su esposo y sus circunstancias la hayan favorecido,  ella supo seguir adelante con sus éxitos aún después de quedar viuda.

Su trayectoria transmite un mensaje de optimismo y de confianza en la vida, porque no es que ella no haya sufrido como todos los demás grandes pérdidas e insatisfacciones, sino que ha sabido superarlas con entereza y pudo seguir viviendo con ellas, dispuesta a asumir los nuevos desafíos que le deparara la vida.

Es una persona que se impone objetivos y que los cumple porque recuerdo haber leído hace tiempo, en un reportaje que le hicieron,  que su aspiración en el futuro era protagonizar una telenovela del estilo de "Dinastía", porque aunque los almuerzos eran exitosos, igualmente quería intentarlo.

Grabar la serie "La dueña", significa para ella un gran esfuerzo ya que le exige estar en el canal muchas horas, además de tener que estudiar el libreto.  Sin embargo tiene la suficiente energía como para pensar sólo en cumplir con este nuevo desafío sin prestar atención a las posibles señales de cansancio.

Tal vez algunos opinen que vive demasiado para afuera, que le gusta la ostentación y estar rodeada de lujo.  Para mí ese no es un defecto, porque es algo que no le impide tener vida interior ni pensar en su familia y en el prójimo.

Es una persona completa de quien muchos pueden aprender, que siempre está atenta e informada, que no descuida los detalles, que ha cuidado siempre su nombre y su familia.

No ha perdido tiempo en relaciones efímeras ni en estúpidos amoríos, porque nunca necesitó a la prensa amarilla y prefiere vivir con dignidad y altura.

Demuestra a todos que la edad no es un obstáculo, que las barreras del tiempo que no se detiene las levantan todos aquellos que se manejan con prejuicios y que piensan en negativo.

Pero sin duda es más fácil deprimirse frente a la frustración que seguir adelante con la esperanza puesta en un objetivo; sin embargo, todos los días somos testigos de lo que pueden lograr los seres humanos aunque parezca imposible.

En el primer capítulo de "La Dueña" ha demostrado que también es capaz de reírse de sí misma.