El Amor y el Deseo



El verdadero amor no produce sufrimiento, es el deseo el que hace daño.

El sufrimiento es no aceptar la realidad como es, es el apego que produce aferrarse a una ilusión.

El deseo no es amor, es usar al otro como un objeto para satisfacerse, lo que supone ofenderlo, humillarlo e insultarlo.

Entender lo que es el amor no es fácil, porque es una emoción que oculta otros sentimientos que son contrarios al amor, como los celos, la competencia, la dependencia, el egoísmo, el sadismo, la dominación.

El deseo cosifica a la persona y la utiliza como medio y no como un fin en sí misma.

El amor verdadero significa respetar al otro en tanto que otro, con necesidades y características propias y no produce dolor alguno, al contrario, es una experiencia que enriquece.

El amor de padres muchas veces es solamente deseo de dominio porque obligan a sus hijos a cumplir sus expectativas y no los respetan como son.

La persona posesiva y celosa no ama, pero hace lo posible para convertir a su pareja en una persona sumisa y complaciente, pero cuando lo consigue ya no le interesa, porque ¿a quién le puede interesar alguien que es sumiso y obediente?

Una vez satisfecha la necesidad de poseer al otro como un objeto se lo descarta y se busca a otras parejas para volver a satisfacer el deseo de posesión.

Se puede sacrificar el amor para ser libre pero no se puede sacrificar la libertad para tener amor.

El amor verdadero es el que no pide nada a cambio, el que no espera nada y no exige nada al otro; y al no tener ninguna expectativa no produce sufrimiento alguno, porque la felicidad está en dar y no en obtener.

El amor pertenece a la dimensión espiritual, el ego es un fenómeno psicológico y el deseo es una necesidad física.

Si la mujer depende del hombre económicamente la manipulará y ella aprenderá a hacer lo mismo negándole lo que él desea. A ninguno de los dos le interesa la felicidad del otro, son dos egoístas que viven para satisfacerse a sí mismos.

El que tiene miedo de perder el amor de su pareja no siente amor hacia ella, porque en el amor no hay ni pérdidas ni ganancias, no es un negocio, es una emoción que solamente da, porque disfruta dando.

El miedo es lo contrario al amor, no el odio, porque el odio significa que en el fondo todavía se ama pero el miedo hace desaparecer la energía al amor.

El verdadero amor tiene momentos cumbres pero también tiene valles y hay que saber disfrutar de los dos momentos, porque en los valles del amor están las raíces más profundas.

El sufrimiento es la negación de la realidad, es no aceptar la dualidad del mundo, el dolor es aceptación sin cuestionamiento. Vivir el dolor no afecta al cuerpo, es el sufrimiento lo que lo envenena.

El crecimiento es doloroso porque estamos condicionados, porque tenemos expectativas y nos apegamos a las cosas.

Crecer significa renacer todos los días como alguien diferente, sin aferrarse a lo conocido, de esa forma el crecimiento no será doloroso sino placentero.

Malena

Fuente: “Aprender a amar”; Osho.