¿Quiénes
somos?; ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde
vamos? ¿Cuál es el propósito de la vida?; estas son las eternas preguntas que
desvelaron a todas las culturas desde siempre; el misterio de los misterios que
nos podría revelar el significado de la existencia.
La
mitología fue la primera manifestación simbólica humana que intentó una
respuesta; luego las distintas religiones hicieron su aporte para explicar el
deseo de trascendencia humano, creencias que básicamente tienen muchos puntos
en común que no difieren sustancialmente.
La
ciencia por su parte, ha llegado a un
nivel de comprensión que no puede
explicar el aparente vacío anterior a la creación.
La
humanidad necesita una nueva historia de la creación y un examen
exhaustivo de toda cosmovisión, no
solamente matemática sino también espiritual.
El
génesis nos dice que todo comenzó en el caos, que el viento de Dios
rozaba. Pero no existen pruebas de que
Dios o cualquier otro ente creador exista; tampoco se puede comprobar que el
universo tenga un propósito; ni se puede vislumbrar una realidad fuera del
espacio y del tiempo; de modo que la casualidad parecería ser la explicación
más acertada.
Sin
embargo, Einstein se sentía maravillado de que sus teorías, productos de su mente
excepcional, coincidieran con la realidad.
La
teoría cuántica podría explicar cómo el universo ha surgido de la nada, no de una
nada como vacío inerte sino de un campo dinámico eterno y absoluto, de un solo sistema
relacionado y conectado a toda la totalidad.
Otra
de las preguntas que más nos inquietan es ¿cómo un universo sin propósito
alguno puede crear una naturaleza tan organizada y con objetivos tan definidos? Vemos como las cosas se relacionan unas con
otras pero la gran diversidad que existe nos hace pensar que los sucesos que
ocurren son aislados.
La
percepción de la totalidad es difícil y sólo se puede aprehender desde lo más
profundo de la mente a nivel de la conexión con el infinito campo de las
posibilidades.
El
universo tiene un orden que responde a leyes naturales que se pueden explicar
en forma matemática y el azar es lo que hace posible pasar de un nivel a otro más
complejo de organización.
La
fuerza de la evolución supera a la entropía, que es la tendencia hacia el
desequilibrio y la pérdida del calor y la muerte de todas las cosas; o sea que la evolución domina y es la que
hace que el crecimiento no se detenga.
La
evolución no es una mezcla de cosas para formar otras, porque son saltos de creatividad
cuánticos que dan lugar a nuevas propiedades que nunca existieron.
La
creatividad exige conciencia y es básica para la creación. La conciencia es eterna y muestra en el
universo visible lo que desea explorar.
El
universo es como nosotros, entiende lo que hace y es consciente de sí mismo y
ahora, la espiritualidad tiene más argumentos para explicar el origen del
universo, sin necesidad de utilizar a Dios como se hace por tradición.
Vislumbrar
el vacío de espacio tiempo nos obliga a aceptar la conciencia, la creatividad,
la evolución, el orden y la totalidad como los principios básicos de la
naturaleza; y este es el verdadero significado de la espiritualidad que recién comienza.
Malena
Fuente:
“Guerra de dos mundos”; Deepak Chopra, Leonard Mlodinow.
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