Parejas estables - Psicología Malena Lede


Las relaciones de pareja actuales no resisten el paso del tiempo y dejan como resultado mucha frustración y desconcierto. Lo más común es que comiencen siendo fugaces experiencias íntimas entre dos desconocidos, que sin saber las intenciones del otro y guiados únicamente por la atracción sexual creen estar enamorados y estar transitando el camino correcto.

Generalmente, la ansiedad por encontrar a la persona indicada para comenzar una relación que pretende ser duradera, hace descender el nivel de exigencias hasta el límite de aceptar al primero que se presenta sin tener oportunidad de evaluar antes, si esa persona califica mínimamente para convertirse en una eventual pareja estable.

Así, se suceden muchas salidas inútiles que ni siquiera sirven para pasar un buen rato, porque el problema crucial en estos casos, es que la mayoría de las veces ninguno de los sabe muy bien lo que quiere.

Pueden por un lado, querer encontrar una pareja estable, pero por otro es probable que no estén dispuestos a renunciar a ciertos hábitos que se contradicen con esa pretensión ni tampoco pueden evitar elegir al mismo tipo de persona que usualmente les atrae, generalmente poco confiables.

Todos sabemos que no es lo mismo elegir una persona para pasar una noche divertida que buscar a alguien con posibilidades de convertirse con el tiempo en una pareja estable.

Sin embargo, la mayoría cree que el amor puede lograr el milagro de transformar a las personas que sólo buscan divertirse, en seres hogareños, dispuestos a formar una familia, a hacer esfuerzos y a trabajar honestamente para mantener un hogar y cumplir con su pareja proyectos comunes.

La gente muy atractiva y divertida, acostumbrada al ocio y a consumir alcohol u otras sustancias, que viven de noche y duermen de día y que cambian de pareja todos los días, no califica para ejercer el rol de pareja estable; aunque tenga la mejor intención y jure que está dispuesta a cambiar de vida; porque seguramente en poco tiempo volverá a las andadas.

La estabilidad en la pareja exige el cumplimiento de obligaciones, aceptar la rutina, ser capaz de mantener la palabra, de controlar los impulsos, de ayudar en el hogar, de ser confiable y honorable, de respetarse mutuamente, de transformar la atracción inicial en amor verdadero.

No se pueden crear falsas expectativas con personas que jamás han tenido estas cualidades y que seguramente no las tendrán nunca.

El amor es ciego y se niega a ver lo obvio, porque prefiere engañarse y creer en milagros cuando se decide caer bajo los efectos de la seducción de personas atractivas que todos asedian y que nunca serán de alguien en particular sino de todos. Si no obstante se elige vivir una vida de zozobra, se arriesgarán a tener que luchar una batalla interminable que ya de entrada está perdida.

El hombre ideal es aquel que no tiene nada que probarse a sí mismo, que es como es y no se deja vencer por el qué dirán, el que va todos los días a trabajar, que no se preocupa tanto por su físico pero que tiene una fortaleza poco común para enfrentar la vida con la valentía de elegir siempre la acción.

Tal vez permanezca invisible para la mayoría de las mujeres que no quieren ver más allá de lo obvio y se engañan a si mismas, pero será capaz de ganarse el corazón de una mujer inteligente, para toda la vida.

Malena